El Senado paraguayo continúa dividido por el cuestionado juramento de Duarte

Asunción.-  La crisis en el Senado paraguayo subió hoy de tono después de que volviera a dividirse en dos bloques de legisladores enfrentados por el juramento del ex presidente Nicanor Duarte para ocupar un escaño en ese órgano.

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El vicepresidente de la cámara alta, Oscar Denis, dijo que la sesión ordinaria "ha reconocido la existencia de un nuevo senador vitalicio", en alusión a Duarte, a quien la Constitución garantiza ese cargo, con voz, sin voto ni salario.

Denis, del oficialista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), completó la sesión, de la que horas antes se retiraron los senadores de la minoría, encabezada por el presidente de ese órgano, Enrique González Quintana, que argumentó desórdenes en la sala para levantar la sesión.

Cuando González suspendió la sesión, la mayoría pretendía que se votase el ingreso al recinto de Jorge Céspedes, que el martes pasado fue confirmado por esos mismos senadores como integrante de la cámara alta en lugar de Duarte.

Céspedes es el sustituto del ex presidente, quien llegó a jurar como senador ante González Quintana este martes, pero su juramento fue invalidado a las pocas horas por la mayoría.

Denis afirmó que la crisis "existió debido a interpretaciones de las leyes de una parte u otra, pero en esta plenaria, en donde una mayoría evidente dice en esta dirección se debe ir" y precisó que la sesión prosiguió con 25 legisladores de los 45 miembros.

Por su parte, Carlos Filizzola, del también oficialista Partido País Solidario (PPS), aseguró que no hubo causales para que González cerrase la reunión.

En las primera cuatro horas de los debates, Filizzola protagonizó un cruce de acusaciones con Duarte, quien participó de la sesión y lo acusó de haber pedido cargos en el gobierno anterior, lo cual fue rechazado por el legislador.

"Mi senaduría ha sido ratificada por organismos jurisdiccionales competentes y una mayoría circunstancial no va a apartarnos de nuestras convicciones democráticas y republicanas", afirmó Duarte a su salida del recinto, en el que defendió varias veces la legalidad de su escaño.

Los ex presidentes paraguayos se convierten automáticamente en senadores vitalicios, con voz pero sin voto, pero Duarte decidió presentarse como cabeza de lista del Partido Colorado al Senado en las elecciones de abril y eso derivó en la actual crisis.

Duarte señaló que si el presidente paraguayo, Fernando Lugo, en el cargo desde el 15 de agosto, desea destrabar la crisis debería convocar a los líderes de los grupos parlamentarios.

La mayoría en el Senado está formada por la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), que apoya a Lugo, el opositor Partido Patria Querida (PPQ) y los detractores de Duarte en el "coloradismo".

La APC está liderada por el centenario PLRA, de centroderecha y segunda fuerza electoral, e integrada por varios grupos minoritarios de izquierda.

En la minoría se engloba, entre otros partidos, la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos, liderada por Lino Oviedo, que por un pacto con APC en aras de la gobernabilidad colocó a uno de sus hombres, González Quintana en la presidencia del Senado.

Duarte reiteró que las autoridades electorales y la propia Corte Suprema de Justicia convalidaron en su día su candidatura y que no cree que: "si resolvemos por criterios de mayoría y minoría la interpretación de leyes contribuyamos a la paz".

Sus detractores consideran que manipuló a la justicia para pugnar por un cargo incompatible con la Presidencia. Los aliados de Lugo boicotearon tres veces, dos en la anteriores legislatura y una en la actual, dejando sin quórum las sesiones.

"Me siento realmente un perseguido y yo les digo a quienes están hoy con el afán de destruir a un actor político importante porque he sido presidente de mi partido en dos oportunidades", expresó.