Las cúpulas de la ciudad, una postal que pocos turistas ven

BUENOS AIRES (ARGENTINA).-  Un recorrido común por el centro de Buenos Aires puede convertirse en una experiencia casi 'celestial'. Te proponemos que, si pasas por aquí, más allá de la típica postal, te detenegas un segundo y alces la mirada... Entonces te darás cuenta de que la riqueza arquitectónica porteña se prolonga a sus tejados.

(Flickr / Ivanna Taraman)

Admiradas u olvidadas, desde hace más de un siglo centenares de cúpulas forman parte de ese mágico escenario donde se desarrolla la vida porteña. La mayoría de ellas reposan en edificaciones ubicadas sobre la Avenida de Mayo, una arteria vial y peatonal de más de 15 manzanas, que conecta la Plaza de Mayo con el Congreso de la Nación.

Con la idea de valorizar el sector, a finales del siglo XIX se construyeron edificios con ostentosas cúpulas. Muchas de ellas comenzaron siendo utilizadas como palomares y hoy en día funcionan como galerías de arte, viviendas de artistas u oficinas. Una de las más impactantes y con la que puedes comenzar el recorrido desde la Plaza de Mayo, es la 'corona' de 55 metros que adorna el edificio de la Casa de la Cultura (Av. De Mayo 575), antigua sede del emblemático diario 'La Prensa', con arquitectura del academicismo francés.

Ivanna Taraman

De paseo ante el Congreso.

Sobre ella, verás la estatua de bronce de una mujer que sostiene en una de sus manos una hoja escrita, como un símbolo de la libertad de prensa; en la otra, empuña una farola, cuya leyenda cuenta que su luz guiaba a los barcos que llegaban al puerto. Puedes apreciar su esplendor desde la calzada que está cruzando la avenida. A lo lejos, el paisaje contrasta en tierra con el caminar indiferente de algunos turistas, que no se dan cuenta de lo que hay sobre sus cabezas...

Unos metros más adelante, en la esquina, te toparás con la confitería London City (Av. de Mayo 599), donde además de tomarte unas buenas 'facturas' y un café para descansar, puedes al terminar mirar hacia arriba y encontrarte con una enigmática cúpula que te hará viajar en el tiempo e imaginarte el cielo perfecto de una fotografía de Julio Cortázar atravesando el portal de la confitería .

Visualizar cada una de las cúpulas que se encuentran en la Avenida de Mayo es como darse una vuelta en un archivo donde se puede ver la gran influencia de los más importantes estilos europeos del siglo XIX y XX. Si te fijas bien, te encantará la del Palacio Urquiza Anchorena (Av. Mayo 747), propia del academicismo francés; la del Palacio Vera (Av. de Mayo 769), ecléctica con influencia art nouveau; y la del Hotel Argentina, una sobria cúpula donde se aprecia la gran influencia francesa.

Del otro lado de la 9 de Julio

leo.prie.to (Flickr)

¿Un café en la London City?

Si te dispones a cruzar la famosa avenida 9 de Julio, caminando sobre la Avenida de Mayo, un imán atraerá tu mirada. Se trata de la más señorial de todas las cúpulas, la del Congreso de la Nación. Para poder llegar hasta la Plaza de los Congresos, donde puedes contemplar su grandeza y hacerle todas las fotos que quieras, tienes que caminar cuatro cuadras (manzanas), donde si miras para arriba verás otros tantos 'habitantes del cielo'.

Es inevitable que suspendas la mirada en el techo del Palacio Barolo (Av. de Mayo 1370). El edificio fue considerado el más alto de la ciudad a comienzos del siglo XX. Su cúpula central está a la altura del piso 24 y allí se encuentra un faro de 300 bujías, desde donde se difundían las noticias. Y no te lo pierdas, porque fue construido con referencia a la Divina Comedia, de Dante. Dicen que el faro representa los nueve coros angelicales.

El recorrido termina en la sede del Congreso (Av. Entre Ríos), que seguramente has visto en la tele, en más de una protesta.

Su colosal cúpula es la más grande de toda la ciudad. Tiene un diámetro de 20 metros y está cubierta de cobre, pero el paso del tiempo y la humedad le han dado un peculiar tono verdoso. Un siglo después la estructura continúa fuerte y vigilando los cielos de una urbe donde el pasado y el presente conviven en una armonía más que perceptible.

Una ciudad donde su patrimonio arquitectónico te invita a mirar hacia arriba.