Los escritores destacan de las Conversaciones de Formentor el diálogo en libertad en tiempo de silencio

Formentor-Pollensa (Mallorca).-  Los escritores que han participado hoy en la tercera jornada de las Conversaciones de Formentor, dedicada a recordar el encuentro poético de 1959, han coincidido en destacar la posibilidad de diálogo en libertad que supuso el cónclave "en un tiempo de silencio" como el franquismo.

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(EFE)

En la imagen, el hijo del escritor Robert Graves, William Graves, muestra hoy un documento referente a los encuentros literarios de Formentor en los que participó su padre, dentro de las jornadas literarias "Converses Literàries a Formentor" que concluyen hoy.

William Graves, hijo de Robert Graves, ha sido el encargado de introducir la tercera y última de estas jornadas literarias, con el título "Memoria de las 'Conversaciones poéticas en Formentor' organizadas por Camilo José Cela el año 1959".

Entre los participantes, Camilo José Cela Conde, hijo del Nobel, ha destacado que "la fórmula magistral de las conversaciones de mayo del 59 rozó el ensalmo de los druidas" al reunir "a un plantel de los poetas de mayor renombre en un hotel lejano con barra libre y con libertad para decir lo que quisieran", en años en los que "el silencio es norma".

"Nada de eso era imaginable en tiempos de la miseria, del aherrojamiento intelectual y de la vergüenza culpable; por eso mismo tiró adelante Camilo José Cela con las conversaciones poéticas de 1959", ha dicho Cela Conde.

El hijo de Cela ha recordado que las conversaciones nacieron cuando su familia llevaba cinco años en Mallorca, él era un adolescente de 13 años y la publicación de los "Papeles de Son Armadams" tenían ya tres años y eran una revista culta "en un país donde no es que no se leyera, sino que prácticamente no había quien respirara".

La escritora mallorquina Carme Riera, que ha definido a Cela como un "agitador cultural", ha dicho que el Nobel tuvo claro que quería dar "la posibilidad de diálogo en un tiempo de silencio".

Para Riera, las conversaciones fueron "un paréntesis de libertad en los momentos terribles del franquismo".

William Graves ha leído unos apuntes del diario personal de su padre en los días del evento literario, en los que relata anécdotas como la celebración de "una competición de muecas" entre los ilustres asistentes.

El hijo del autor de "Yo, Claudio" ha mencionado la presencia aquellos días en Formentor de Dámaso Alonso, Dionisio Ridruejo, Vicente Aleixandre, Carlos Bousoño, Blas de Otero, Carlos Barral, José Hierro o José Agustín Goytisolo y su propio padre, entre otros.

"Qué lista, la 'crème de la crème' de entonces, y entre ellos dos premios Nobel", ha exclamado.

Graves ha asegurado que su padre era "reticente" a la celebración de las jornadas "porque no creía que grandes reuniones de poetas pudieran aportar nada", al considerar la poesía "algo muy íntimo".

Aún así, el poeta británico aportó un poema para los "Papeles de Son Armadams" y su asistencia le inspiró la escritura de otro, según Graves, quien ha concluido que su padre "lo pasó en grande en Formentor".

La escritora María Payeras, especialista en los poetas de los años 50, se ha referido al cónclave de 1959 como una reunión de autores de distintas generaciones y disparidad de lenguas, "en una diversidad que dio un valor adicional al encuentro".

Payeras ha defendido el valor de la conversación "frente a la actual cultura de la imagen", sobre todo en una época, la de la dictadura franquista, en la que "conversar tenía un valor informativo y formativo".

El poeta José Carlos Llop, a pesar de su ausencia de aquel evento, ha asegurado que el cónclave literario supone una "presencia real y potente" sobre su vida.