Indios brasileños afirman que no dejarán la reserva aunque lo ordene la justicia

Brasilia.-  Los indios de una reserva brasileña cuya demarcación puede llegar a ser alterada por el Supremo Tribunal afirmaron hoy que, aun si la justicia falla en contra de sus intereses, no abandonarán las tierras que ocupan desde hace siglos.

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(EFE)

La reserva ocupa 1,7 millones de hectáreas, que suponen el 7,7 por ciento del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, y está habitada por unos 18.000 miembros de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona.

"El Supremo Tribunal puede decidir lo que quiera, pero debe saber que nunca saldremos de nuestras tierras", declaró el coordinador del Consejo Indígena del Estado de Roraima, Dionito José de Souza.

Los magistrados del Supremo deberán decidir mañana en relación a una demanda presentada por empresarios contra la demarcación de la reserva conocida como "Raposa Serra do Sol", creada por el Gobierno en abril del 2005.

La reserva ocupa 1,7 millones de hectáreas, que suponen el 7,7 por ciento del estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, y está habitada por unos 18.000 miembros de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona.

En abril pasado el Gobierno decidió expulsar a empresarios arroceros instalados en la región desde hace más de una década para complacer a los indios, pero la policía no pudo cumplir esa orden.

Los arroceros resistieron a la fuerza pública y, además, pidieron al Supremo Tribunal de Justicia que se pronunciase sobre la legalidad del decreto que creó la reserva.

La aceptación de la demanda por parte del Supremo Tribunal obligó a detener la acción policial.

Sin embargo, las fuerzas de seguridad volverán a intervenir si el fallo del miércoles es favorable a los indios y los empresarios se niegan a acatarlo o si, por el contrario, son los indígenas quienes lo desconocen por serles adverso, advirtió hoy el ministro de Justicia, Tarso Genro.

"La Policía Federal garantizará que la decisión del tribunal se cumpla, sea cual sea", declaró a la prensa en Brasilia.

Genro no ocultó que "el deseo del Gobierno es que la reserva permanezca tal como fue delimitada" y sostuvo que los empresarios que, dijo, ocupan las tierras "ilegalmente" se han dedicado a crear un "clima de tensión" antes de la decisión del Supremo.

En los últimos meses, en la reserva se han registrado incidentes aislados entre indios y empresarios, que han obligado a mantener en la zona un fuerte contingente policial.

Los indígenas denunciaron que han sufrido amenazas e incluso algunos atentados por parte de los arroceros, a los que acusaron de haber mandado a quemar al menos dos de sus escuelas.

La creación de la reserva también ha generado reacciones en sectores de las Fuerzas Armadas, que han manifestado que su situación geográfica puede suponer un "riesgo para la soberanía" del país al estar situada en los límites amazónicos con Venezuela.

Una de las voces más críticas ha sido la del general Augusto Heleno Ribeiro Pereira, comandante militar de la Amazonía, quien en abril pasado declaró que "la política indigenista debe ser revisada urgentemente", pues "convierte a toda la frontera norte de Brasil en tierra indígena".