Carmen Sarmiento asegura que su "gran riqueza" son sus documentales, "capaces de concienciar"

Zaragoza.-  La periodista y reportera Carmen Sarmiento ha asegurado hoy que su gran riqueza son sus documentales, unos trabajos elaborados en lugares de gran sufrimiento y que han sido capaces de concienciar sobre el problema del hambre en el mundo y ahora sobre la escasez de un recurso tan importante como el agua.

Así lo ha indicado Sarmiento a los medios de comunicación antes de participar en el Ágora de la Tribuna del Agua de la Exposición Internacional de Zaragoza, donde ha repasado fragmentos de algunos de esos documentales en los que se reflejan los problemas que causa la falta de agua y de saneamiento en el mundo.

Esta periodista, galardonada con una decena de premios nacionales por sus trabajos en el Tercer Mundo, ha recordado que el problema de la sequía ya existía hace veinticinco años, pero a su juicio "parecía que importaba menos al mundo porque afectaba a los países pobres". Ahora, la sequía y la desertización también afectan a los países ricos, y por tanto "preocupa más y hay más información".

Sarmiento ha viajado por algunos de los lugares del mundo en los que más sufrimiento se vive, y ha narrado cómo ha visto a niños africanos "con el vientre lleno de gusanos y parásitos, porque la falta de agua no es sólo sequía y sed, también hambre".

Ha alertado de que "la muerte por sed es una de las más espantosas", tanto que algunos tuareg, cuando sienten que la muerte por sed está cerca, "ponen la nuca al sol para que se produzca una embolia y así morir rápidamente".

Todas estas experiencias han hecho de Carmen Sarmiento una mujer concienciada con los problemas ajenos, y por ello ha reconocido que cuando volvía de alguno de esos países a su casa, algo como abrir el grifo y ver cómo salía agua, le parecía "un milagro", sobre todo al recordar que "una mujer africana para bañar a un niño tiene que caminar doce kilómetros", y "realmente eso es la sed del mundo".

Preguntada sobre la conciencia de los occidentales sobre ese problema, ha insistido en que "la humanidad no es tan insensible como podría parecer", una conclusión a la que ha llegado gracias a sus documentales, su "gran riqueza", ya que muchas personas le han reconocido que con ellos entendieron el problema del hambre y ahora el del agua.

Ese problema de la escasez de agua, en su opinión, se solucionaría con inversiones, y ha puesto el ejemplo de Mali, uno de los países más pobres del mundo a pesar de estar atravesado por dos de los grandes ríos de África, por el Senegal y por el Niger, "absolutamente maravillosos".

"Podría ser un país con unos recursos hídricos impresionantes", ha lamentado, pero las mujeres aún tienen que bajar al río con sus cántaros de barro a buscar agua, algo que se puede solucionar con algo tan sencillo como una bomba de agua.