El Gobierno argentino y el campo retoman el diálogo tras el conflicto y el revés oficial en el Parlamento

Buenos Aires.-  El Gobierno argentino y el sector agropecuario retomaron hoy el diálogo a casi dos meses y medio de la ruptura de las conversaciones y luego de la negativa del Parlamento a convalidar un esquema de impuestos móviles a las exportaciones de granos.

ampliar foto

(EFE)

El conflicto entre el campo y el Gobierno argentino se desató el 11 de marzo último, por una resolución sobre impuestos móviles a las exportaciones de trigo, girasol, soja y maíz.

Los dirigentes de las cuatro patronales rurales del país fueron recibidos hoy por el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, quien asumió en ese puesto el pasado 23 de julio en sustitución de Javier de Urquiza, que se fue del Gobierno desgastado por el conflicto sin precedentes con el sector rural.

Lejos del clima áspero de hace unas semanas, la reunión de hoy fue calificada por los dirigentes rurales como "positiva", "franca y oportuna" y sirvió para que Cheppi presentara a su equipo de funcionarios que, según valoraron las entidades del campo, "parecen tener solvencia técnica y vocación de trabajo".

"La reunión fue positiva porque ésta era una instancia de diálogo que veníamos pretendiendo", dijo en rueda de prensa el vicepresidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, Carlos Garetto.

Campo y Gobierno no se encontraban para conversar sobre los temas del sector desde hace algo más de dos meses.

Con todo, el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, matizó que no se puede hablar de un giro en la política del Gobierno pues, para eso, "hay que esperar a ver los resultados.

El conflicto entre el campo y el Gobierno se desató el 11 de marzo último, cuando el Ministerio de Economía dictó una resolución por la que impuso impuestos móviles a las exportaciones de trigo, girasol, soja y maíz.

El rechazo al esquema tributario derivó en cuatro huelgas que impedían la comercialización de granos, bloqueos de carreteras y desabastecimiento de alimentos e insumos para la industria, que causaron millonarias pérdidas al país.

El Gobierno había roto el diálogo con el campo el 26 de mayo, un día después de que los dirigentes rurales realizaran un acto multitudinario en la ciudad de Rosario (centro), donde se lanzaron fuertes críticas a la política oficial.

Presionada por el tenor creciente del conflicto, la presidenta Cristina Fernández resolvió enviar al Parlamento un proyecto de ley para convalidar el polémico esquema tributario.

Sin embargo, la iniciativa sufrió un duro revés el 15 de julio con el rechazo del proyecto en el Senado con el voto adverso del vicepresidente del país, Julio Cobos.

El sismo político derivó en la salida del Gobierno del jefe de gabinete, Alberto Fernández, y la decisión de la presidenta de dejar sin efecto los impuestos móviles a las exportaciones de granos.

Desde entonces, las patronales agropecuarias reclamaban que el Gobierno les convocase al diálogo para discutir soluciones para el sector.

Buzzi dijo hoy que "no todo queda resuelto" con la decisión de dejar en suspenso los impuestos a las exportaciones pues "hay una cantidad de temas pendientes a resolver".

En la charla de casi dos horas con Cheppi, los dirigentes abordaron diferentes temas, como la situación de la producción de lácteos, de ganado vacuno, de tabaco, y de peras y manzanas, entre otras.

Buzzi dijo que también le plantearon al nuevo funcionario la necesidad de impuestos a las exportaciones diferenciales para los pequeños y medianos productores.