Eliminan una unidad policial especializada para hispanos en Carolina del Norte

Charlotte (Carolina del Norte).-  La única Unidad de Relaciones Internacional (IRU) de un departamento de policía de Carolina del Norte con oficiales y personal bilingües fue desmantelada hoy por su jefe.

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(EFE)

Ángeles Ortega, directora ejecutiva de la Coalición Latinoamericana en Charlotte.

Rodney Monroe, comandante del Departamento de Policía de Charlotte (CMPD), la entidad del orden público más grande del estado, anunció que la nueva medida comenzará a tomar efecto el próximo 6 de septiembre.

La misma responde a una reestructuración interna de esta dependencia, que emplea a 2.092 personas, de los cuales 60 tienen conocimientos de español.

También sucede cuando esta semana inmigración anunció que Charlotte es una de las ciudades escogidas para implementar un programa de "auto-deportación" de inmigrantes con órdenes de salir del país.

La IRU, compuesta por un sargento y seis oficiales, fue creada en 2000 por el antiguo jefe de policía, Darrel Stephens, para prevenir la ola de asaltos en contra de los hispanos y otros grupos de inmigrantes que estaban sucediendo en Charlotte en aquella época.

En ese año habían sido asaltados más de 500 latinos en la ciudad y las invasiones de viviendas, homicidios y robos, eran comunes en barrios de hispanos.

Ante el problema que 21 por ciento de los robos denunciados en la ciudad correspondían a víctimas hispanas, la nueva unidad implementó la iniciativa de prevención de robos.

Como resultado del trabajo de los oficiales, la IRU fue galardonada con un premio de la Comisión del Crimen del Gobernador de Carolina del Norte y el Premio Nacional Herman Goldstein de Solución a Problemas.

"Estos oficiales serán reubicados a otras áreas del departamento y continuarán ayudando con los problemas de la comunidad internacional que se presenten en los distritos policiales", afirmó hoy en conferencia de prensa Monroe.

Monroe, quien asumió el cargo el pasado 16 de junio, resaltó que la policía "continuará sus vínculos con los grupos y organizaciones inmigrantes".

La unidad atendía entre 7 y 20 casos semanales por solicitud de otras unidades y divisiones del departamento y respondía a asuntos que los oficiales reciben directamente o a través de organizaciones comunitarias y medios de comunicación en español.

Un promedio de 100.000 hispanos habitan en la zona metropolitana de Charlotte, condado Mecklenburg.

"El objetivo es colocar a más patrulleros en la calle, ser efectivos con las llamadas de servicios, visibles en los barrios, para finalmente prevenir, combatir y resolver los crímenes", resaltó Monroe.

Desde que Monroe asumió el cargo, los rumores de la disolución de la IRU generaron preocupación entre los miembros y líderes de la comunidad, que consideraron la acción del nuevo jefe como propiciar "una bofetada a los hispanos".

Parte del trabajo de oficiales de IRU, conformado por asiáticos, hispanos y angloamericanos bilingües, era asegurar a la comunidad internacional que la política del departamento es que sus oficiales no ejercerán funciones de agentes de inmigración.

Según Ángeles Ortega, directora ejecutiva de la Coalición Latinoamericana en Charlotte, todo el trabajo que IRU realizó para construir una relación más estrecha entre los hispanos y la policía "podría" perderse al desaparecer la unidad especializada.

Maudia Meléndez, directora del Ministerio de Jesús y activista comunitaria, quien trabajó estrechamente con los oficiales de IRU en sus inicios, ofreció el "beneficio de la duda" a la disolución de la unidad especializada.

"Si creo que necesitamos un grupo de oficiales que responda a los intereses de la creciente comunidad internacional. Esperaremos los resultados y ojalá que sean positivos", apuntó Meléndez.

Monroe resaltó que los uniformados sólo colaboran con agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) cuando realizan operativos para capturar a "criminales peligrosos" y que "no buscan a trabajadores indocumentados".

Sin embargo, en mayo de 2006 un oficial de policía cuestionó el estado migratorio de una víctima de asalto de origen hispano.

En ese entonces, se desató un enfrentamiento entre el antiguo jefe Stephens, que defendía su política de no indagar la situación migratoria de una víctima de crimen y el alcalde Pat McCrory, quien aboga por programas para deportar a los indocumentados.

McCrory es el actual candidato republicano para la gobernación de Carolina del Norte.

Asimismo, desde hace dos años en Mecklenburg viene operando el programa 287g de revisión de estado migratorio de detenidos en las cárceles que ha puesto en deportación a más de 6.000 inmigrantes, en su mayoría hispanos.