El BBVA rebaja la previsión de crecimiento en España por las "adversidades" globales

Madrid.-  El BBVA ha rebajado sus previsiones de crecimiento para España, hasta un 1,5 por ciento para este año y a sólo un 0,5 por ciento en 2009, debido al aumento de las "adversidades" globales que hacen más vulnerable a la economía española.

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(EFE)

El director del Servicio de Estudios del BBVA José Luis Escrivá y la economista jefe del Grupo para Europa y Escenarios Financieros, Mayte Ledo, durante la presentación hoy en Madrid del último número de "Situación Inmobiliaria".

En su último informe sobre coyuntura, el servicio de estudios del segundo banco español considera que la crisis financiera internacional y el encarecimiento del petróleo están interactuando y "se retroalimentan" en detrimento de la economía española, y añade otra perturbación, la del ajuste en el sector de la vivienda no sólo en España sino también en otros países, como causante de la crisis.

En el caso español, el ajuste inmobiliario está siendo más pronunciado por los efectos de la crisis financiera internacional, y afecta más a la actividad que a los precios de la vivienda, que este año subirán el 0,8 por ciento y registrarán una bajada del 2,1 por ciento en 2009, según otro informe del BBVA sobre el sector.

El "rápido deterioro" en la economía española afectará sobre todo al empleo, que irá empeorando hasta alcanzarse una tasa de paro cercana al 14 por ciento en 2009.

Así, el BBVA calcula que este año sólo se crearán 27.400 puestos de trabajo -se destruirán 229.100 en la construcción y se crearán 256.400 en el resto de la economía-, y habrá una destrucción de 275.400 empleos en 2009 -sólo 105.800 empleos creados en el resto de sectores frente a 381.200 destruidos en la construcción-.

Al igual que el Gobierno, el banco prevé que la recuperación se iniciará a finales de 2009, aunque advierte de que será "suave y gradual", y no cree que la economía vuelva a crecer en el entorno del 3 por ciento hasta dentro de "tres o cuatro años", según señaló el director del Servicio de Estudios de la entidad, José Luis Escrivá.

Escrivá apuntó que el efecto de la crisis financiera es más negativo para España que el encarecimiento del crudo, ya que estima que las tensiones en los mercados restarán este año un punto al crecimiento y ocho décimas el año que viene, mientras que el precio del petróleo sólo restará dos décimas este año y ocho en 2009.

El BBVA ha analizado las vías para la recuperación y concluye que la construcción no es "en absoluto" el único motor de la economía, y hay que confiar en el desarrollo de esos otros sectores que son intensivos en tecnología y que siguen creciendo significativamente.

Mientras, el sector inmobiliario continuará con su corrección, que no será homogénea por las importantes divergencias que hay por comunidades autónomas en lo que a oferta se refiere.

Escrivá explicó que los precios de la vivienda sufrirán un ajuste de alrededor del 20 por ciento en cuatro años, aunque las caídas nominales serán "muy pequeñas", ya que la corrección vendrá dada en buena medida por el aumento de la inflación.

El BBVA calcula que en 2008 los visados para construir viviendas nuevas se situarán entre 336.000 y 456.000, frente a los 688.851 de 2007, mientras que en 2009 se encontrarán entre 270.000 y 385.000.

El análisis internacional advierte de que el proceso de corrección del sector está todavía en una etapa temprana, por lo que se espera un ajuste "duradero" que sólo será suavizado con la aceleración de los planes de infraestructuras, cuyo efecto tendrá "una magnitud limitada" y se notará sobre todo a largo plazo.

En este sentido, el BBVA calcula que un aumento del presupuesto para el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) de 3 décimas del PIB durante tres años conseguiría aportar entre 3 y 4 décimas al crecimiento anual, pero no inmediatamente sino dos años más tarde, en tanto que se elevaría la tasa de empleo algo más de 3 décimas (equivalente a unos 70.000 puestos de trabajo).

Pese a subrayar el fuerte deterioro de la situación económica, Escrivá señaló que el estado de bienestar no peligra porque España tiene una situación fiscal muy holgada, una baja deuda pública y un sector público "mucho más eficaz" que otros países, además de un sistema de pensiones que seguirá teniendo superávit.