Ferrari visita territorio enemigo

El Mundial de la irregularidad vive su décima reválida en el circuito de Hockenheim, que acoge después de un año de ausencia forzada el GP de Alemania, la carrera de casa de McLaren-Mercedes y BMW. El triunfo de Lewis Hamilton en la pasada carrera, combinado con los fiascos de Robert Kubica, Felipe Massa y Kimi Räikkönen, vuelve a dejarnos una clasificación sin parangón en la historia: 48 puntos suman el de McLaren, ahora líder, y sus rivales de Ferrari, mientras que Kubica está a sólo dos puntos de la cabeza. ¿Se puede pedir más?

(REUTERS)

El coche de Ferrari de Felipe Massa

La sombra del antiguo Hockenheim vuelve al calendario con sus grandes escapatorias de asfalto, curvas tan propias de Hermann Tilke y, según la mayoría de previsiones, sol y calor, al menos el día de la carrera (algunas fuentes hablan de un 80% de posibilidad de chubascos el sábado). En otras palabras, parece que se acabó el calvario para Felipe Massa. El mundial llega a esta carrera con el mismo cartel que en las pasadas citas: el duelo Hamilton-Ferrari con Kubica como probable animador.

El inglés se ha recuperado de sus estúpidos errores en Canadá y Francia (y las críticas de la prensa de medio mundo) y vuelve a parecerse al de los momentos dulces de la pasada temporada. De hecho, su demostración en Silverstone fue de aquellas que separan a los grandes pilotos de los maestros del volante, y que podría haber firmado el mismísimo Senna.

Frente al ciclón británico, caos a la italiana. La Scuderia Ferrari recuperó en Silverstone la tónica de la temporada: de la recuperación y el dominio aplastante a la pérdida de rumbo y el desconcierto en un solo GP. Felipe Massa parece empeñado en errar cada vez que afronta una prueba como líder del mundial, y en Silverstone regaló buena munición a su legión de críticos. Räikkönen, por su parte, vio como la diosa fortuna le daba la espalda por segunda carrera consecutiva, esta vez en forma de chaparrón (en Francia fue el escape), aunque su equipo no pudo (o supo) remediarlo tácticamente desde los boxes. Esta suma de errores de cockpit y muro invitaron a Luca di Montezemolo, presidente del emporio Fiat, a llamar al orden dentro de su equipo después de la nefasta actuación en Inglaterra.

El cuarto aspirante en la carrera por el título, Robert Kubica, dependerá en buena medida del rendimiento de su BMW en la carrera de casa. El polaco, que lleva algunas carreras reclamando un salto técnico en su monoplaza, necesita el buen resultado que le permita recuperar la iniciativa. En los tests de la semana pasada, McLaren y Ferrari parecían jugar en una división aparte, pero 2008 no se está significando como el mejor año para hacer predicciones…

¿Y Alonso? A puntuar, como en Silverstone. Las particularidades de esta pista obligan a tener un coche poco cargado aerodinámicamente (la recta más larga permitirá alcanzar los 350-360 km/h), pero luego se necesita mucho agarre y tracción para afrontar las reviradas (y anodinas) zonas tan características de Tilke (y que tanto duelen a quienes adoraban el antiguo trazado, más parecido a una vieja autopista rodeada de árboles y sembrada de chicanes, una isla en medio del campeonato). En otras palabras, no será precisamente el mejor lugar donde lucir palmito con el R28… En cualquier caso, Fernando estará obligado a regalar un milagro a los suyos, máxime cuando ya han empezado a llegar las primeras críticas desde el otro lado del muro de boxes.

Entre los demás, la noticia del fin de semana es la confirmada marcha de Sebastian Vettel a Red Bull la próxima temporada. Dieter Mateschitz, magnate de la bebida energética, no ha invertido demasiado tiempo en confirmar a la niña de sus ojos (lleva apoyándole desde sus inicios en el karting) antes de que BMW o McLaren salieran a pescar el segundo alemán más deseado de la parrilla (el primero es Nico Rosberg). Esta noticia desmiente de un plumazo la insinuación de David Coulthard que, en su presunto debut como asesor deportivo del equipo (cargo que podría ostentar en 2009), invitaba a sus jefes a contratar a Fernando Alonso.

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