Hizbulá entrega los cadáveres de 2 soldados israelíes por los de 199 milicianos

Frontera israelo-libanesa.-  La milicia libanesa Hizbulá entregó hoy a Israel los cadáveres de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, a cambio de cinco presos y los restos de 199 milicianos en la frontera israelo-libanesa bajo la mediación de la Cruz Roja Internacional.

En cuanto el Ejército israelí confirme la identidad de los dos soldados, lo que, según explicó, requerirá varias horas, entregará también a cinco prisioneros libaneses vivos, entre ellos Samir Kuntar, condenado a cinco cadenas perpetuas.

No obstante, el Ejército israelí ya ha comenzado a entregar los restos de otros 199 milicianos palestinos, libaneses y tunecinos.

La primera fase del histórico intercambio empezó cuando dos ataúdes negros con los restos de Regev y Goldwasser fueron entregados por Hizbulá a efectivos de la Cruz Roja Internacional en el cruce fronterizo de Ras Nakura, donde fueron transferidos por ese organismo humanitario a las autoridades israelíes en Rosh Hanikrá.

Hasta el último momento, Hizbulá mantuvo el secretismo sobre si Goldwasser, que tenía casi 31 años cuando fue secuestrado, y Regev, de 27, estaban vivos o muertos, lo que mantuvo viva la esperanza de sus familias.

Las imágenes de los dos ataúdes negros fueron recibidas entre sollozos y muestras de dolor en Kiriat Motzkin y Naharía, las dos localidades israelíes donde residen las familias de Regev y Goldwasser.

Según informó el Canal 1 de la televisión pública de Israel, rabinos militares que se encontraban en Rosh Hanikrá extrajeron muestras de ADN de los dedos y dientes de los militares, para ser analizadas en el instituto anatómico forense de Abu Kabir, en Tel Aviv.

La captura de los dos soldados israelíes el 12 de julio de 2006 desencadenó el comienzo de la guerra de un mes de duración entre Israel y Hizbulá.

La segunda parte del intercambio pactado entre Hizbulá e Israel comenzó con la llegada del primer camión con restos de combatientes muertos al Líbano, que contenían los cadáveres de siete libaneses y una palestina, Dalal Mugrabi, informaron a Efe fuentes de Hizbulá.

Mugrabi, que formaba parte del grupo palestino Al Fatah, murió en 1978 en una operación en Israel, y la recuperación de su cadáver es una de las viejas reivindicaciones de Hizbulá.

A este camión le seguirán otros diez, que transportan un total de 199 cadáveres de libaneses, palestinos y tunecinos yihadistas que combatieron en las filas de Hizbulá.

La tercera fase del intercambio culminará con la llegada a Ras Nakura del grupo de los cinco prisioneros, donde les aguardan dos helicópteros con personalidades libanesas y en uno de los cuales serán trasladados hasta el aeropuerto de Beirut.

En Ras Nakura se encuentran decenas de milicianos de Hizbulá, vestidos de negro y con gorras amarillas, así como centenares de libaneses y palestinos que esperan a los presos que serán excarcelados, entre ellos Kuntar, en Israel desde 1979.

Kuntar fue condenado a cinco cadenas perpetuas y 47 años adicionales de prisión por la muerte de un policía, un civil y una niña en un ataque en 1979 en la ciudad israelí de Naharía (norte del país).

El gobierno libanés declaró el día de hoy jornada festiva y el ministro libanés de Defensa, Elias Murr, felicitó en un comunicado a "los libaneses en general y a la resistencia", encabezada por Hizbulá, en especial por la liberación de los detenidos en las prisiones israelíes.

"Hoy es un día de victoria para la unidad del pueblo, del ejército y de la resistencia", señaló el ministro.

Hizbulá denominó el intercambio como "operación Raduan", nombre de guerra de Imad Mugnieh, jefe de operaciones militares del grupo, asesinado a comienzos de año en un atentado con coche bomba en Damasco, atribuido por la milicia a Israel.

Por su parte, El Movimiento de la Resistencia Islámica palestino (Hamás) felicitó a Hizbulá por el canje de presos y lo calificó de "victoria para la resistencia".

El portavoz de ese movimiento, Sami abu Zuhri, expresó en Gaza que "la liberación de Kuntar y de los otros prisioneros con largas condenas rompen la teoría de la ocupación sobre que esta categoría de presos no pueden ser excarcelados".