72-81. Puerto Rico firma la victoria más corta del torneo

Atenas.-  Puerto Rico salió indemne de una trampa para leones tendida por la selección de Camerún que desembocó en el partido con menor diferencia de puntos de todo el Preolímpico, donde hasta el duelo entre los caribeños y los cameruneses todos los marcadores han reflejado márgenes de dos dígitos.

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(EFE)

El jugador de Puerto Rico Carlos Arroyo (d) y el camerunés Patrick Bouli (i) durante un partido del Grupo D del Torneo de clasificación Olimpico FIBA en el Estadio Olímpico Cubierto en Atenas, Grecia.

Los africanos decidieron seguir en el torneo pese al conflicto que mantienen con su federación nacional y que, en la víspera, casi desemboca en la retirada del equipo. Están hartos del trato que reciben, de pagar los billetes de avión y las estancias hoteleras de sus propios bolsillos y de ser objeto de semejante trato, pero optaron por seguir y dar la cara sobre la cancha. Lo consiguieron con todos los honores.

Estuvieron a un paso de no presentarse al choque del día anterior frente a Croacia, al que llegaron con sólo quince minutos de margen para hacer la rueda de calentamiento. A los boricuas les esperaron tras casi una hora de ejercicios en la pista del pabellón OAKA. El camino que habían elegido en las tensas horas previas al choque fue salir a dejarse la piel y a demostrar que su calidad como deportistas está muy por encima de la federación que les maltrata.

La loable actitud de los cameruneses les condujo muy cerca de la victoria y fue un suplicio para le bloque americano. La rabia acumulada dio alas a los subcampeones de África para defender y complicar la existencia a los antillanos.

Durante un buen trecho del primer cuarto, Puerto Rico sobrevivió con cinco puntos de Ricky Sánchez (5-7), salió a flote en una demostración de poder de Carlos Arroyo, se escapó por veintiún tantos en el tanteador y, cuando creía que todo estaba hecho, se encontró con sus rivales echándole el aliento en la nuca (67-70).

Arroyo clavó tres triples seguidos y un tiro libre que pusieron las bases del despegue boricua. Los diez puntos consecutivos del base de los Magic de Orlando variaron el decorado por completo (5-17) y desatascaron el ataque (7-22 m.10) sin que nadie sospechase que esa placida posición iba a sufrir un vuelco absoluto tras marcar una máxima diferencia de veintiún tantos.

El técnico africano, Lazare Adingono, sacó todo el carácter que lleva dentro para intentar reflotar la situación. En los tiempos muertos dio un curso de genio que mantuvo la tensión de los jugadores por las nubes, pero que no empezó a variar las cosas encima del parqué hasta el tercer periodo.

El equipo borinque terminó de asentarse durante el segundo tramo, cuando los amagos de reacción de Camerún aún se quedaban en meras intentonas. Luego, lo pasó realmente mal.

La actividad ofensiva de Ricky Sánchez fue muy positiva en la fase de dominio puertorriqueño. El ala-pívot firmó quince puntos antes del descanso (29-46) y dio mucha tranquilidad y confianza a un equipo que, desde el principio, ha depositado muchas de sus esperanzas de clasificación olímpica en el choque frente a Croacia, en el que, una vez pasado el susto, van a dirimir la primera posición del Grupo D.

Antes había que derrotar a los africanos, causa a la que Filiberto Rivera contribuyó en el primer tiempo con nueve puntos sin error alguno en tiros de campo (1/1 de dos y 1/1 de tres) y un único fallo desde la línea de personal (4/5) a los que, además, añadió dos rebotes y dos asistencias en menos de ocho minutos en juego (7:50). Una mina para Puerto Rico y un precipicio para Camerún.

Los 'leones' tenían muchas vías de agua y, aún así, rozaron la proeza. Uno de las mayores la abrió Ricky Sánchez. Una espectacular serie con 4/4 de dos, 3/3 en triples y siete rebotes le valieron para conseguir diecisiete puntos en veintiún minutos y erigirse en el hombre del choque hasta poco después del intermedio.

Una ventaja para el jugador boricua es que conoce perfectamente la pista de este Preolímpico puesto que ha sido integrante del AEK Atenas. Puerto Rico obtuvo un excelente rédito de la experiencia griega de Sánchez. Lo que no le salvó del sufrimiento. A falta de dos minutos para el final del tercer cuarto no había terminado de decantar el choque y un parcial de 10-0 devolvió la tensión a los cameruneses (47-58).

El juego experimentó un pequeño parón anotador similar al de los compases iniciales, cuando Arroyo sacó el fusil para darle la delantera al conjunto de Manuel Cintrón. El orgullo de los africanos, espoleado por la difícil situación que han vivido como jugadores, les dio fuerzas para salir de las tinieblas y obligar al cuadro boricua a llevar la guardia alta hasta el final.

Puerto Rico asistió con preocupación a un 54-63 en el arranque del último periodo. Los subcampeones africanos desarrollan un buen baloncesto más allá de cualquier otra consideración y existían motivos para la precaución. Así lo demostró una serie de tres triples y una penetración que hicieron sonar todas las alarmas habidas y por haber entre los antillanos (61-65 m.36).

José Juan Barea puso coto a la revolución camerunesa desde el arco en una acción vital para los puertorriqueños (61-68), agobiados por una asfixiante presión que el equipo de Adingono movía con las piernas, con la cabeza y con el corazón, con los cinco sentidos. Estaban muy cerca de darle una buena lección a más de uno, aparte de reabrir sus opciones de seguir en la competición en función del último choque del grupo, el que enfrenta a los boricuas contra Croacia.

La selección antillana no perdió la cabeza. Mantuvo la calma y salió del atolladero con el juego exterior y la experiencia, que le van a permitir luchar por la primera plaza del bloque con los croatas. Por poco. Por muy poco. Camerún hace las maletas y pierde el billete olímpico. Lo que no ha perdido es la dignidad y el orgullo de sus deportistas. Su espíritu es el que propugna el olimpismo.

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.- Ficha técnica:

72 - Camerún (7+22+19+24): Makanda (5), Bitee (17), Ngueyet (22), Vounang (10), Boumtje Boumtje (7) -cinco inicial-, Aboya (2), Ndongo (4), Bouli (-), Wangmene (-), Bayang (-), Ellong Ebong (-) y Ekanga Ehawa (5).

81 - Puerto Rico (22+24+15+20): Arroyo (16), Ayuso (15), Lee (-), Sánchez (17), Ramos (6) -cinco inicial-, Barea (13), Santiago (2), Rivera (12), Camacho (-), Falcón (-), Mojica (-) y Villafañe (-).

Árbitros: Voreadis (GRE), Xia (CHN) y Hierrezuelo (ESP). Sin eliminados. Señalaron falta técnica a Arroyo (m.28) por hacer un comentario.