Rajoy, ¿el hombre sensato?

A pesar de que todavía no transita por un camino de rosas, y que los enemigos internos están agazapados para saltar a su yugular una vez se conozcan los resultados electorales en Galicia y País Vasco, Rajoy se enfunda la camiseta de la autonomía política. La nueva era del PP, inaugurada tras el Congreso de Valencia, unida a la crisis económica, está dibujando un perfil renovado del líder de la oposición.

Chema Moya (EFE)

Los presidentes del PP, Mariano Rajoy, y de FAES, José María Aznar.

Hace cuatro semanas, José María Aznar se subió al estrado de Valencia y lanzó un durísimo rapapolvos a Rajoy y su nuevo equipo. Lo hizo con gesto torcido, palabras gruesas y sembró de desconcierto a los 'populares' que habían acudido a la cita con la esperanza de salir de la catarsis más unidos.

No tuvo respuesta, más allá de la que daban en corrillos los 'marianistas', y el ex presidente se vino arriba y continuó con sus críticas en conferencias y entrevistas de televisión. Sin embargo, Rajoy ha aprovechado este fin de semana para devolverle el puñal a su mentor. Y en su propia casa. El líder del PP reivindicó el domingo los cambios que ha introducido en la dirección del partido y las matizaciones de estilo con respecto a la pasada legislatura. "Somos un partido de centro que reivindica la moderación y el sentido de la responsabilidad", apuntó Rajoy en la conferencia de clausura de los cursos de verano de FAES (la factoría de ideas de la derecha que preside Aznar).

En la misma mesa le escuchaba Aznar, con quien minutos antes se había saludado "efusivamente" delante de los fotógrafos. Y como el camino se hace andando, Rajoy fue más allá de las reflexiones teóricas de la nueva etapa del PP y dio ejemplo. Ofreció su "apoyo leal" al Ejecutivo central para salir de la actual crisis económica, aunque no aportó ninguna medida. "En mí, el Gobierno encontrará siempre un apoyo leal si quiere pensar seria y responsablemente en los ciudadanos y en sus problemas reales", afirmó.

La economía pasa factura al Gobierno

Rajoy está aprovechando el bajo nivel de popularidad de Zapatero como plataforma para ejemplificar el nuevo estilo. Las críticas siguen presentes -como le corresponde a toda oposición-, pero ni la portavoz parlamentaria, ni los principales cargos del partido tienen el lenguaje que habitualmente utilizaban Acebes, Zaplana o el propio Rajoy durante la pasada legislatura.

Hay que tener en cuenta, que la crisis económica está pasando factura al Ejecutivo central. Según una encuesta de 'El País', el equipo de Zapatero suspende por su gestión económica (para un 92% de los votantes del PP y un 40% de los votantes socialistas ). Además, para nueve de cada diez españoles estamos atravesando una "crisis" y la sensación es pesimista con el futuro (aunque la misma encuesta recoge que para el 50% de los españoles su economía familiar es "buena" o "muy buena" en estos momentos).