Una tarta para la Simone

Hoy todos los obituarios de la estepa se llenarán de glosas en recuerdo de una dama que nos alegró la vida a todos, algo que en los tiempos que nos toca vivir, tiene más mérito que dar de comer de la mano a un tigre estepario hambriento.

López de Zubiria

Sí, la Ortega se ha ido y nos deja sus libros, artículos y esas 1080 recetas que han sido, son y serán 1080 instantes capturados de felicidad total, buen rollo, risas, copas de vino llenas, buena digestión y excelente sobremesa. ¿Se puede aspirar a algo mejor?

Con ella nos aventuramos a cocinar sin complejos y en el ejercicio de sus recetas aprendimos una moraleja de abuela enrollada, sabia y paciente: "Puedes cocinar, sí, sólo si te lo propones".

Hoy en el diario El País, la Ortega se nos confiesa apasionada del chocolate, así que dicho y hecho, los glotonios no podemos hacer mejor homenaje a tan desgraciada pérdida, que dedicar un pedazo de tarta de chocolate a esta inmensa mujer que tanta alegría nos inyectó en este asqueroso mundo.

¡Y que los dioses griegos la tengan en su gloria, sumergida en una piscina olímpica de bombones, cacao, onzas de chocolate, delicado caramelo, nueces garrapiñadas y praliné! ¡Ea!

TARTA DE CHOCOLATE DE LA ABUELA SIMONE

Ingredientes: 95 g de chocolate negro / 90 g de mantequilla blanda, con consistencia de pomada / 45 g de harina / 150 g de azúcar / 3 huevos enteros.

Elaboración: Media hora antes de empezar encender el horno a 180ºC. Derretir al baño María (o en el microondas, con cuidado) el chocolate y la mantequilla, trabajando con una cuchara de madera. Mezclar aparte la harina, el azúcar y los huevos e incorporarle la masa de chocolate y mantequilla hecha con anterioridad, trabajar el conjunto durante unos minutos, dando vueltas sin parar. Ayudarse de unas varillas batidoras.

Verter la masa en el interior de un molde de tarta untado de mantequilla y espolvoreado de harina, ligeramente, para retirar posteriormente el molde con facilidad. Hornear la tarta durante 20 minutos.

Retirarla del horno y sacarla del molde en cuanto podamos manejarla con las manos sin quemarnos. Colocarla sobre una rejilla para que temple.

Para rematarla como está mandado, derretir en un microondas una tableta de chocolate negro, añadirle una pizca de mantequilla y una pizca de nata líquida. Mezclar bien. Cubriremos con esta cobertura la tarta de chocolate, puesta sobre un plato.

El resultado es una tarta fácil y jugosa, conclusiva, al alcance de torpes, listos, tontos, guapos y feos. Como la cocina de la Simone, apta para todos los públicos: ¡Buen viaje, vieja!

AMEN