Duarte se despide con un alentador informe macroeconómico de Paraguay

Asunción.-  El presidente paraguayo, Nicanor Duarte, afirmó hoy haber logrado alentadores avances macroeconómicos durante su mandato de cinco años, al presentar al Parlamento su último informe de gestión antes del traspaso del poder al ex obispo Fernando Lugo, el 15 de agosto próximo.

"Nadie puede desconocer, ni nuestro más encarnizado crítico que estamos dejando como legado al Gobierno electo un país en sostenido crecimiento económico, políticamente estable y socialmente viable, sin disturbios paralizantes", afirmó Duarte ante el Pleno del nuevo Congreso.

Debido a su cita en el Parlamento para rendir cuentas de su mandato, Duarte no pudo participar en la cumbre de jefes de Estado del Mercosur que se celebra hoy en la ciudad argentina de Tucumán, aunque sí estuvo anoche en la cena inaugural.

Duarte recalcó que bajo su gestión, Paraguay salió de una amenaza de inminente cesación de pagos tras alcanzar un acuerdo de contingencia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sin que se recurriera a los recursos ofrecidos y aumentaron los ingresos tributarios.

"Del cero absoluto de crecimiento en el año 2002 pasamos a una tasa de expansión del producto interno bruto en el 2007 de 6,8 por ciento y este año, el nuevo gobierno, tendrá la posibilidad de terminar el año con un crecimiento del orden del 7 por ciento o más", expresó el gobernante saliente.

Añadió que los ingresos tributarios aumentaron en el quinquenio en un 180 por ciento y que las compensaciones de las hidroeléctricas que Paraguay comparte con Argentina y Brasil se incrementaron de 234 a 615 millones de dólares.

Destacó que la deuda exterior del país representa actualmente el 18,7 por ciento del PIB frente al 44 por ciento de hace cinco años y que las reservas internacionales pasaron de 241 millones de setiembre de 2002 a 3.075 millones de dólares de mayo pasado.

"Podemos pagar toda la deuda exterior (2.233 millones de dólares a marzo de 2008) y seguir con recursos internacionales", enfatizó Duarte, quien también hizo hincapié en el fortalecimiento del presupuesto público para la salud (164 por ciento) y la educación (104 por ciento).

Aseveró que durante su Gobierno "han desaparecido los rumores de golpe de Estado así como las desesperadas corridas a los bancos y financieras, bajo la sospecha de quiebra real o fraudulenta", en alusión a la grave crisis financiera que sacudió al país en 1996.

En contrapartida, aseveró que "gobernar de por sí es un arte difícil" en un país donde "los antagonismos atávicos permanecen fuertemente arraigados en la cultura política y a las diferencias cromáticas son todavía capaces de dividir a las familias".

El gobernante se refirió así a la incertidumbre que rodea a su asunción como senador electo por el derrotado Partido Colorado en los comicios de abril después de que el Congreso anterior no resolviera su renuncia al cargo.

Duarte renunció a la Presidencia el 23 de junio pasado para poder jurar en la sesión de este lunes, pero los legisladores leales al jefe de Estado electo impidieron el quórum en el Congreso para que éste la acepte o rechace, por lo que seguirá en el cargo.

Algunos expertos consideran que el gobernante perderá su escaño en el Senado tras el juramento provisional de otro legislador de su partido, aunque otros sustentan que podrá asumir en el Congreso tras el traspaso de poder a Lugo, quien con su victoria electoral puso fin a más de 60 años de hegemonía colorada.

En ese sentido, Duarte afirmó después de su informe de gestión que dejará al nuevo Congreso la decisión sobre ese tramite o si debe hacerlo como senador vitalicio, con voz pero sin voto, un beneficio que la Constitución garantiza a los ex gobernantes.

Algunos analistas consideran que esa posibilidad sigue latente después de la inclusión de un legislador leal a Duarte en la mesa directiva de la Cámara de Diputados, al tiempo que la presidencia del Senado, y por tanto del Congreso, fue cedida a un parlamentario de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE).