El cambio climático puede reducir las precipitaciones en Castilla-La Mancha entre un 20 y un 40%

Toledo.-  El cambio climático puede reducir las precipitaciones en Castilla-La Mancha entre un 20 y un 40 por ciento y las temperaturas podrían incrementarse en 3 y 4 grados en el sur de la región, en las provincias de Albacete y Ciudad Real, en 2050, según los modelos climáticos existentes.

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(EFE)

El consejero de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro.

Así lo ha indicado hoy en el pleno de las Cortes, el consejero de Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, en su intervención en un debate general sobre la lucha contra el cambio climático en la comunidad autónoma.

Martínez Guijarro, que ha recordado el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha de trabajar por mitigar los efectos del cambio climático a través de un pacto social, ha explicado que se prevé una disminución notable de la disponibilidad del recurso del agua, algo que afectará especialmente a las cuencas del Tajo, Guadiana, Júcar, Segura y Guadalquivir.

Por eso, ha dicho que son necesarias políticas de agua responsables y ha advertido de que Castilla-La Mancha necesitará todos sus recursos hídricos para mantener su desarrollo y bienestar actual, por lo que cree que las previsiones de cambio climático deben reforzar la posición de la comunidad autónoma en el debate de la reforma del Estatuto de Autonomía que tiene que tramitar el Congreso y que fija el fin del trasvase Tajo-Segura en 2015.

Ha explicado que el aumento de la aridez por la reducción de las precipitaciones será más evidente en el centro de España e irá acompañada de fenómenos de lluvias torrenciales.

En cuanto a las emisiones, ha señalado que sólo el 45 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de Castilla-La Mancha las generan las empresas, mientras que el resto procede de la actividad cotidiana de los ciudadanos.

La comunidad autónoma produce 28 millones de toneladas de CO2 (el 6,5 por ciento del total nacional) y el transporte es el responsable del 31 por ciento de las emisiones en la región, seguido de las industrias de generación de energía, que en su mayoría es para otras regiones, pero que producen dos millones de toneladas de emisiones al año.

Ha explicado que otra consecuencia del cambio climático puede ser la pérdida de sumideros de CO2, aunque en este caso ha señalado que Castilla-La Mancha tiene una superficie arbolada que es capaz de fijar 12,5 millones de toneladas de carbono al año y ha incrementado en los últimos diez años en más de 900.000 hectáreas la superficie forestal.

Otro de los problemas provocados por el cambio climático es la erosión, por lo que habrá que tomar medidas para la conservación orgánica de suelos, y quizá sean necesarios cambios varietales en la vid, el olivo y los frutales.

Martínez Guijarro ha advertido de que el cambio climático está ya en el zaguán de las casas "y ha venido para quedarse", por lo que habrá que adaptarse para que las actuales condiciones de vida y el desarrollo económico "no se resienta".

Ha explicado que el Gobierno regional ya ha emprendido medidas para mitigar sus efectos, como la red de vigilancia de la calidad del aire y la introducción de una fiscalidad que grava las emisiones y actividades contaminantes -la ecotasa-.

El consejero ha recordado el compromiso del Ejecutivo autonómico de plantar 20 millones de árboles esta legislatura y la creación de un registro de industrias contaminantes, así como el objetivo de reducir en la región un 5 por ciento las emisiones al final de la aplicación del segundo plan de asignación de emisiones a empresas.

También ha citado el Plan Especial del Alto Guadiana como instrumento para salvar los ecosistemas de humedales de esa zona, que ha dicho que son los que más van a sufrir las consecuencias del cambio climático.

No obstante, ha señalado que, a pesar de estas medidas, es necesaria la colaboración de la sociedad y por ello es una prioridad del Gobierno poner en marcha el Pacto Regional contra el Cambio Climático, que sustentará la estrategia regional de mitigación y adaptación al cambio climático, que la Junta pudo aprobar en 2007 pero que decidió aparcar para adaptarla a los nuevos acuerdos internacionales.

El consejero ha anunciado que el Gobierno regional para contribuir a la lucha contra el cambio climático limitará el uso del aire acondicionado en los edificios públicos para que la temperatura ambiente sea de 24 grados y no inferior, como, según el consejero, ocurría hoy en el salón de plenos.

Otras medidas será potenciar el uso de vehículos ecológicos en la renovación de la flota de la Junta, fomentar el uso de biocombustibles, reducir un 25 por ciento el consumo de papel a través de la utilización de la administración electrónica y primar en las contrataciones a empresas que tengan implantada la normativa ISO.

El diputado del PP José María Bris ha criticado, sin embargo, la actuación de la Junta en la lucha contra el cambio climático, pues las emisiones de la región han aumentado un 52,58 por ciento, y ha recordado que este fenómeno afectará en especial a los recursos hídricos, que ya atraviesan una situación preocupante, como prueba la amenaza que se cierne sobre las Tablas de Daimiel de que puedan descatalogarse como Reserva de la Biosfera.

Ha recordado que la erosión afecta ya a un millón de hectáreas en la región, que tiene unas emisiones de 14,5 toneladas por habitante, frente a las 9,59 de la media de España, por lo que cree que en la comunidad autónoma hay que adoptar medidas de más profundidad e incidencia.