Cruz Roja ayudó a 154 inmigrantes de Baleares a retornar a sus países en 2007

Palma.-  La Cruz Roja ayudó el año pasado a 154 inmigrantes de Baleares a volver a sus países de origen dentro del programa de Retorno Voluntario, frente a los 23 que en 2006 se acogieron a este proyecto, un ascenso debido a la desaceleración económica y a la mala situación del empleo en la construcción.

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(EFE)

En la imagen, varios inmigrantes son atendidos por voluntarios de Cruz Roja y agentes de la Guardia Civil en Canarias.

Así lo ha explicado a Efe el director autonómico de Inclusión Social de la Cruz Roja en Baleares, Marcelo Unamuno, quien indica que la organización está financiando el billete de vuelta a personas con permiso de trabajo y residencia en España que deciden retornar por la situación económica en las islas.

A los inmigrante que se acogen a este programa, financiado por el Gobierno estatal, se les paga el billete de avión y, en algunos casos, se les presa ayuda económica, apunta el máximo responsable de Cruz Roja en el archipiélago.

El director autonómico añade que, aunque el grueso fueron personas con papeles en regla, dentro de las que retornaron también se dan casos de inmigrantes irregulares que no consiguieron los permisos para quedarse en las islas ni "moverse con soltura en la economía sumergida".

Las 154 personas del programa Retorno Voluntario forman parte de los 8.030 inmigrantes que atendió Cruz Roja en 2007, según refleja el balance de los programas del Área de Inclusión social en las islas hecho público hoy por la organización.

Los inmigrantes forman así el grueso de las personas objeto de este tipo de acciones, en las que Cruz Roja asistió a un total de 10.110 personas en 2007, entre drogodependientes, personas sin hogar y otros colectivos en riesgo.

Del total de personas de fuera asistidas por esta organización, 7.381 fueron usuarios de las oficinas de atención a inmigrantes de Palma, Inca, Manacor y Calvià, y otros 106 se acogieron al programa "Llars" desarrollado por Cruz Roja en Menorca y dedicado a facilitar el alquiler de viviendas a este colectivo.

Otros 292 inmigrantes fueron acogidos en el centro Turmeda de Palma y 97 personas disfrutaron el pasado año de diversas ayudas para la integración.

En 2007, 52 personas tramitaron además en Baleares un expediente de petición de asilo, una cifra superior a los 25 que lo hicieron en 2006.

La mayoría de estos refugiados provienen, según ha indicado Unamuno, de Colombia y Costa de Marfil, así como de otros países del África subsahariana, y sólo uno de ellos procede de Iraq.

Dentro de las personas con problemas de drogadicción, Cruz Roja asistió en 2007 a 605, una cifra ligeramente superior a la del año anterior, indica el director autonómico.

De ellas, 382 fueron usuarios del "Metabús", servicio móvil de dispensación de metadona que en 2007 tuvo una nueva parada en el poblado de Son Banya, en Palma, "una de las zonas que concentran más riesgo por el consumo de estupefacientes y en la que la población presenta un mayor índice de vulnerabilidad", afirma Unamuno.

Otras 223 personas fueron reclusos drogodependientes de la prisión de Palma que participaron en los programas de prevención de recaídas y de apoyo psicológico.

Del colectivo de personas sin techo o con riesgo de exclusión social, Cruz Roja asistió a 697 en 2007, especialmente en la unidad móvil de atención a personas sin hogar, adonde acudieron 547 personas.

La Cruz Roja también mantiene un programa internacional de búsqueda de personas desaparecidas que se creó en 1949, con motivo de los desplazamientos causados por la Segunda Guerra Mundial.