Los psicólogos que examinaron a las víctimas de 'Nanysex' exponen hoy las secuelas que sufren

MADRID.-  Los psicólogos que examinaron a los cinco niños, de entre 1 y 3 años, que, presuntamente, sufrieron abusos a manos de Álvaro I.G., alias 'Nanysex', expondrán este lunes ante la Sala que le juzga en la Audiencia Provincial de Madrid los informes que elaboraron en 2005 para detectar la presencia de secuelas en los pequeños derivadas de la traumática experiencia vivida.

(EUROPA PRESS)

Los psicólogos que examinaron a los cinco niños, de entre 1 y 3 años, que, presuntamente, sufrieron abusos a manos de Álvaro I.G., alias 'Nanysex', expondrán este lunes ante la Sala que le juzga en la Audiencia Provincial de Madrid los informes que elaboraron en 2005 para detectar la presencia de secuelas en los pequeños derivadas de la traumática experiencia vivida.

Los familiares de los niños reconocieron el pasado martes que han detectado un cambio en el comportamiento de sus hijos, como si hubieran "perdido la inocencia" que rodea a los pequeños. Los padres tuvieron que rememorar la pesadilla vivida cuando conocieron que sus hijos habían sido víctimas de un grupo de pederastas, que les sometían a todo tipo de vejaciones.

Una de las madres contó que en una ocasión encontró "gotas de sangre" en el pañal de su hijo, mientras que otra recordó que el suyo presentaba sus zonas íntimas enrojecidas. Estos signos de violencia podrían motivar que la fiscal modifique en algunos casos la calificación de los hechos de abusos a agresión sexual, tipo penal que implica la existencia de intimidación por parte del agresor.

En la instrucción, 'Nanysex' reconoció que sentía atracción por los niños en edades comprendidas entre los 1 y 5 años e indicó que nunca había mantenido relaciones sexuales con una mujer. Ante el tribunal, admitió el pasado lunes que abusó de cinco niños de 1 y 2 años.

A 'Nanysex' se le diagnosticó como pedófilo, de tipo fijo invariable, en septiembre de 2004. Su desviación sexual hace que sólo sienta atracción hacia los niños y, en su caso, de su mismo sexo. Uno de los psiquiatras que le atendió en la prisión manchega de Herrera de la Mancha reveló al tribunal que éste le confesó que comenzó a los 13 años a abusar de niños, focalizando su deseo sexual en menores de cinco años.

Álvaro I.G. se valía de su condición de canguro para satisfacer sus impulsos sexuales. Para captar a sus víctimas, publicaba un anuncio en Internet y en los periódicos que decía: "Canguro a domicilio. Experiencia con niños y educación infantil. Si además tienes ordenador en casa, cursos de informática para niños. Disponibilidad, tardes, noches y fines de semanas".