El PE pide una solución rápida al "no" irlandés para afrontar los problemas reales

Estrasburgo (Francia).-  El Parlamento Europeo (PE) pidió hoy a los gobiernos de la UE una solución rápida a la crisis desatada tras el "no" de Irlanda al Tratado de Lisboa que permita a la Unión afrontar los verdaderos problemas a los que se enfrenta.

Los principales grupos abogaron por continuar con los procesos de ratificación pendientes y pidieron a los jefes de Estado y de Gobierno que mañana y el viernes se reúnen en Bruselas un mensaje claro en este sentido.

"Quiero que este periodo de introspección acabe cuanto antes y que podamos afrontar los verdaderos desafíos", aseguró el líder del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul.

En la misma línea, el líder del grupo Socialista, Martin Schultz, denunció que la UE lleva "ratificando textos desde hace 8 años", un tiempo que ha pasado "encerrada en sí misma" y durante el que no ha afrontado algunos de los problemas que preocupan a los ciudadanos.

En su encendida intervención, Schultz señaló a los Estados miembros como los "verdaderos responsables" de una "escalada negativa" que, a su juicio, ha puesto "en peligro" el proceso de construcción comunitaria.

"En las capitales europeas, una y otra vez, si las cosas salen bien se dice que es mérito nacional, mientras que si sale mal es culpa de Bruselas", señaló.

Tampoco se libró de sus críticas la Comisión Europea (CE) y, en concreto, el comisario de Mercado Interior, el irlandés Charlie McCreevy, al que acusó de influir negativamente en el referéndum de su país tras asegurar ante los medios nacionales que desconocía el texto del Tratado.

El líder socialista pidió al presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, la destitución de McCreevy al considerar que declaraciones como esa, unidas a su gestión del mercado interior carente de "medidas de apuntalamiento social", están "agravando la crisis de confianza en Europa".

Por el grupo Liberal, el tercero de la Eurocámara, Graham Watson recurrió a los títulos de las canciones del grupo irlandés U2 para preguntarse "¿dónde se estropeó todo?" ("Where did it all go wrong?") y para pedir que no se obligue a los ciudadanos a decidir "contigo o sin tí" ("With or without you") respecto a la UE.

Watson aseguró que es evidente que los europeos no están "convencidos" sobre el futuro de la UE y, por ello, instó a los gobiernos a centrarse en los "problemas reales de Europa: impulsar el comercio, combatir el cambio climático o luchar contra las subidas de precios de alimentos y combustibles".

La presidenta del grupo Los Verdes, la italiana Monica Frassoni, pidió seguir adelante con la construcción comunitaria pese al tropiezo de la pasada semana y cuestionó que un referéndum en el que votó "la mitad de la población" de Irlanda sea más democrático que la ratificación parlamentaria del resto de los Estados miembros.

En el otro extremo, los euroescépticos británicos, pertrechados con pancartas y llamativas camisetas verdes en las que se leía "Respeto al voto irlandés", pidieron que se detenga la ratificación en aquellos países -entre ellos España- donde está pendiente.

Sus protestas interrumpieron en un par de ocasiones la intervención de Durao Barroso, que insistió en que la respuesta irlandesa "no puede determinar la de toda Europa" y reiteró la necesidad de seguir adelante con la ratificación.

El presidente del Ejecutivo comunitario señaló que la Cumbre que arranca mañana ofrece la oportunidad de escuchar al gobierno de Irlanda que, a su juicio, tiene la responsabilidad de ayudar a encontrar una solución".

Barroso también se sumó a las voces que piden que Europa no caiga en la "parálisis" por el atasco institucional y, por ello, destacó la importancia del debate sobre la subida de los precios de alimentos y combustibles que celebrarán los líderes.

"Los ciudadanos esperan que Europa actúe", afirmó el político portugués, que aseguró que las instituciones ayudarán a los hogares más necesitados, pero evitarán usar el dinero público para compensar un alza de los precios que no va a tener marcha atrás.

"En otras crisis del petróleo Europa no aprendió. Ahora tenemos la oportunidad de cambiar el paradigma energético en el mundo", añadió.