Villa lleva al éxtasis a España

AUSTRIA.-  El asturiano David Villa regaló a España la victoria ante Suecia (1-2) en el segundo encuentro de la fase de grupos de la Eurocopa, que acerca al conjunto de Luis Aragonés a los cuartos de final, y que deja un sabor dulce, por cómo se produjo el triunfo.

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Reuters (EUROPA PRESS)

El asturiano David Villa regaló a España la victoria ante Suecia (1-2) en el segundo encuentro de la fase de grupos de la Eurocopa, que acerca al conjunto de Luis Aragonés a los cuartos de final, y que deja un sabor dulce, por cómo se produjo el triunfo.

El 'Guaje' corrió por la banda izquierda, aprovechó un centro de Capdevila con el tiempo de descuento casi cumplido y, tras el fallo de Hansson, batió a Isaksson por bajo, con una calidad exquisita para llevar en volandas a una selección que volvió a abrazarse en torno al banderín de córner.

El abrazo, al que su unió hasta Casillas, fue el reflejo del sufrimiento de un equipo que no fue tan bueno como ante Rusia, que pagó caro su cambio de concepción en los últimos metros, y que no asomó la frescura del día del debut, que fue del color de rosa.

Y eso que España comenzó ganando, y lo hizo merced a un gran gol de Fernando Torres. Ya no tanto por la finalización, sino por la jugada de córner. Xavi se llevó la mano al pecho, jugó en corto para Villa y éste se la dejó a Silva, que metió un centro templado para Torres. El del Liverpool se estrenó en esta Eurocopa y dio a España la tranquilidad necesaria en los primeros minutos (0-1, min.15).

Pero, el gol del 'Niño' fue el peor castigo para los de Aragonés. Suecia se hizo dueña del balón en la zona ancha y Xavi pasó a ser un mero espectador de los balones largos que la zaga roja bombeaba a una voluntariosa, pero poco acertada delantera.

España se equivocó y cambió su concepción del fútbol por el ansia de encontrar rápido el camino del gol. A esto se sumó la valentía sueca, comandada por el veterano Ljunberg, pero sobre todo por el faro Zlatan Ibrahimovic, que amargó a un inexperto Albiol.

El central valencianista, que sustituyó a Puyol en el minuto 24 por unas molestias en la planta del pie sufrió ante el 'gigante', que le hizo mucho daño. El mismo que le provocó Sergio Ramos en la banda derecha. El lateral madridista con sus constantes apariciones en ataque dejó huérfana la tarea defensiva, cosa que aprovechó el conjunto escandinavo.

Con el partido jugándose al estilo sueco y no al español, el espigado delantero del Inter interceptó un balón que provenía de la banda derecha. Ibrahimovic se deshizo de Ramos y tiró a puerta sin malicia, casi sin fuerza. El disparo golpeó en Marchena y Casillas no pudo hacer nada para atraparla (1-1, min.34).

VILLA DECIDE

Ya en el segundo acto, España salió renovada, aunque definida por la precipitación. La ambición de los españoles marcó el devenir del choque, que no querían el empate. Pero este nerviosismo, con Aragonés constantemente de pie dando órdenes, se trasladó al césped porque España fue mejor, aunque no terminara por dar en la tecla.

La entrada de Cesc y Cazorla por Xavi e Iniesta, respectivamente, revitalizó el juego español, aunque continuó carente de criterio y profundidad. España se veía sin gol. Senna lo intentó de lejos, Torres se peleó con las torres suecas, pero no hubo forma.

Al final se desató la euforia. Villa remató a los suecos, se colocó como máximo goleador de la Eurocopa, y además, de la historia de España en las Eurocopas. El 'Guaje' mantiene viva la llama de la ilusión, y demuestra que, sin grandes alardes, el combinado nacional también sabe y puede ganar cuando el viento no está a favor. Ahora, si Grecia no gana a Rusia, la selección estará automáticamente en cuartos como primera, premio doble por evitar a la actualmente temible Holanda.