Irlanda rechaza el tratado de Lisboa

DUBLÍN / LONDRES.-  Los irlandeses rechazaron el Tratado de Lisboa de la Unión Europea en el referéndum celebrado el jueves, con un 54 por ciento de votos en contra frente a un 46 por ciento a favor, informa hoy el canal de televisión RTE. El resultado se anunciará oficialmente a las 17:00 horas (15:00 GMT).

AIDAN CRAWLEY (EFE)

Los partidos han hecho campaña a favor del 'sí' y del 'no'.

Según el Ministro de Justicia, Dermot Ahern, que compareció unas horas antes de saberse el resultado oficial, el Gobierno irlandés está "decepcionado" por la decisión tomada por la mayoría del electorado, pero recalcó que se "respetará" su deseo expresado democráticamente.

Este tipo de pronunciamientos ya se han dado a nivel local. El ministro irlandés para Asuntos de la Comunidad, Rurales y del Gaélico, Éamon Ó Cuív, ha dado por sentado la victoria del 'no' al Tratado de Lisboa en su propia circunscripción de Galway-Oeste.

También el jefe del principal partido de la oposición, Enda Kenny (Fine Gael), predijo que los partidarios del texto comunitario no ganarán en su propia circunscripción del condado Mayo, a pesar de que su formación hizo campaña a favor del 'sí'.

Por su parte, el ministro irlandés para Europa, Dick Roche, declaró a los medios que "la cosa no se presenta bien".

Europa coincide en algo: en el 'no'

Irlanda ya asestó una herida de muerte al primer Tratado de Niza de 2001, que tuvo que ser modificado por la decisión de 76.000 ciudadanos que depositaron en la urna su papeleta con el 'no', como ha ocurrido esta vez. Pero éste no será ni el primer, ni parece que el último obstáculo al que tenga que hacer frente la UE.

El principal escollo en el que que coinciden tanto los Gobiernos comunitarios como la propia institución es el "desapego" que la mayoría de europeos siente por los asuntos comunitarios, y que se manifiesta de forma cada vez más clara en las elecciones europeas, donde la participación ha pasado del 63% en 1979 al 45,5% en las últimas de 2004. Esta semana, el ministro de Trabajo e Inmigración español, Celestino Corbacho, advertía a sus colegas que no se sorprendieran "si los ciudadanos se distancian cada vez más" de la UE, tras la aprobación de medidas como permitir alargar la jornada laboral a las 65 horas a la semana.