DHL, siempre a tiempo

La emisión del nuevo spot de DHL coincide con el conflicto en el sector de los transportes. El peor momento para dar a conocer las virtudes de su marca, o el mejor de todos, según como se mire.

En plena huelga de transportes (o cierre patronal, que no lo tenemos muy claro todavía) DHL cuenta en un divertido spot las virtudes de su marca, entre las que se encuentran, ser una empresa eficaz en lo que a envíos nacionales se refiere.

Y justamente por eso, por circunscribirse a los envíos por toda la zona nacional (a lo largo y ancho de España, queremos decir), el anuncio repasa con simpatía y sentido del humor muchos de los tópicos del español de la calle. Ese camarero que hace un peculiar uso del inglés, esa secretaria ligona, y ese taxista despistado que recuerda a los taxistas franceses de "Fabulosas narraciones por historias" de Don Antonio Orejudo.

Un anuncio económico, rodado con pocos medios que, además de un buen guión, difruta de una acertada realización, curioso etalonaje (más o menos, retoque de color para los no iniciados), un correcto montaje y una muy buena dirección de fotografía capaz de obtener buenos planos de escenarios tan poco sugerentes y que tan mal funcionan en los comerciales (salvo las excepciones de las superproducciones de automóviles de gama alta, claro) como las carreteras, las circunvalaciones y demás vías de comunicación rodada.

En definitiva, un spot que llega en el peor de los momentos pero que, justamente por eso, es el mejor de todos: con un plan de medios discreto, y pocos pases en el bloque televisivo, la notoriedad que puede obtener DHL es considerable y su efecto sobre sus posibles clientes mucho mayor de lo normal, siempre que éstos no se tomen el mensaje a befa y mofa pues, tal y como están las carreteras españolas, eso de poder entregar los paquetes antes de las 12 de la mañana se plantea harto complicado.