Olveira dice que la relación del CGAC con el contexto cultural gallego es envidiable

Santiago de Compostela.-  El director del Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), Manuel Olveira, cumple este mes de junio dos años y medio al frente del museo compostelano, precisamente el año en el que el CGAC conmemora su quince aniversario.

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(EFE)

El director del Centro Gallego de Arte Contemporáneo, Manuel Olveira, posa en la terraza del centro durante la entrevista concedida a Efe.

Olveira transmite optimismo por la positiva evolución en estos tres lustros del centro que dirige pese a las diferentes etapas que ha vivido, pero también por el importante papel que el CGAC ha tenido en la formación y proyección de una nueva generación de artistas gallegos.

Pregunta. ¿Qué papel le corresponde al CGAC en el contexto del arte y en general de la cultura gallega?.

Respuesta. El CGAC es posiblemente el organismo más vivo de toda la infraestructura cultural gallega, y como tal tiene que cambiar para adaptarse a las condiciones cambiantes. El museo ha pasado por varias fases; desde que yo llegué no ha habido cambios espectaculares, pero creo que hice un ejercicio de detección.

Hablé con las asociaciones de críticos, de galeristas y de artistas, con el Consello da Cultura Galega, y fruto de esas conversaciones consideré que el CGAC tenía que hacer un trabajo intenso en cuanto a producción, no sólo de exposiciones, sino de obra, y también en cuanto a investigación, que es la misión fundamental del museo. Como centro de arte tenemos que propiciar la aportación cultural, la reflexión y la innovación, y eso se hace desde la investigación.

P. Una de las facetas más interesantes de un museo es la relación con otros centros similares y con instituciones para mantener viva su actividad. ¿En qué momento se encuentra este trabajo?.

R. El CGAC trabaja intensamente en una red de proyectos, colaboraciones y coproducciones, algunos con museos e instituciones de fuera.

Creo que es muy necesario colaborar, pero creo que tenemos que hacerlo desde los proyectos; ha de ser el propio artista y el proyecto el que nos lleve a colaborar con las instituciones. Actualmente existe una red de intercambio en Galicia que está funcionando muy bien.

P. Algunos artistas no consideran suficiente el apoyo que reciben. ¿Qué se necesita hacer para lograr una mayor proyección de los creadores gallegos?.

R. Al hablar de cultura siempre estamos insatisfechos, nunca hay suficiente, pero la relación que el CGAC mantiene con todo el contexto cultural gallego y con la presencia de artistas gallegos es envidiable, tanto por las compras que se hacen sistemáticamente en las galerías, que es una manera de activar el mercado y a los artistas, como por la presencia de los creadores en nuestra programación. No hay más que mirar la relación de nombres que expusieron aquí en los últimos años para hacerse una idea.

Pero una de las misiones fundamentales del museo es precisamente poner en comunicación la producción local con la internacional y propiciar diálogos. Se trata no sólo de traer artistas internacionales, sino también de sacar el contexto local fuera, de ahí la actividad expositiva que hemos realizado en estos años en varios países.

P. El CGAC posee una importante colección de arte propia. ¿Qué criterios se siguen desde la dirección del centro a la hora de adquirir obras de arte?.

R. El museo tiene una colección propia de más de mil piezas hecha por diferentes directores y por diferentes profesionales. Desde que yo llegué los criterios que se siguen para comprar obras son, por un lado, seguir el ritmo de la actualidad, adquirir obras que dan fe de la vitalidad de un momento presente, pero también la colección ha de cubrir vacíos que tenemos del arte de los años 60, 70 y 80 principalmente.

P. Este año está prevista una destacada presencia de creadores latinoamericanos. ¿Es especial la relación del museo con el arte iberoamericano?.

R. El centro tiene una especial relación con América Latina, tenemos posiblemente una de las colecciones más importantes de arte contemporáneo latinoamericano de toda Europa.

El CGAC tenía una carencia en la parte más conceptual, lo que podría calificarse como la parte más política de la práctica artística. Una de las últimas aportaciones que estamos haciendo es abordar precisamente este aspecto, en el que lo que importa no es tanto la forma, sino la ideología que hay detrás de las piezas.

P. La Ciudad de la Cultura tendrá un nuevo centro de arte. ¿En qué medida esta circunstancia podría hacerle sombra al CGAC?.

R. Cualquier estructura nueva efectivamente va a modificar las relaciones, la oferta,..., pero al CGAC no le va a afectar porque la naturaleza de este museo, su misión, su aspecto, el espectro que debe cubrir, no tiene nada que ver con lo que va a haber en la Ciudad de la Cultura.

Además, la Ciudad de la Cultura y el CGAC dependen de la misma institución, y no tendría sentido que se hiciera competencia a sí misma. No va a existir ningún tipo de colisión.

P. ¿En qué aspectos considera que ha cambiado la apreciación del arte contemporáneo por parte de la sociedad?.

R. La visión del arte contemporáneo en el año 90 no es la misma que hay hoy, pero es que los usos culturales tampoco son los mismos. El consumo cultural varió enormemente y por tanto la relación con el público no puede ser la misma.

En nuestro caso, creo que el CGAC demuestra que está desarrollando proyectos que tratan de investigar precisamente en esos nuevos puentes de comunicación, entre la práctica artística contemporánea, la propia institución y los receptores de todos esos trabajos.

P. ¿Qué momento vive el arte en Galicia?.

R. Si miramos la situación de la escena del arte contemporáneo en Galicia ahora y hace unos años veremos que los cambios son tremendos. La infraestructura formativa y de difusión del arte, que es el caldo de cultivo en el que trabajan los artistas noveles, no tiene parangón con la situación anterior. La distancia y la velocidad con que se recorrió este camino en quince años es realmente fuerte.

El CGAC ha tenido una labor formativa de gestores culturales muy importante y también propició el conocimiento e impulsó a toda una generación de artistas que pasaron por esta casa.