La huelga de transportistas ya está aquí

Las amenazas que los transportistas lanzaron durante la semana pasada se han materializado. Desde las 0.00 horas de hoy, el paro es global. Los camioneros autónomos ya aparcaron sus vehículos de manera indefinida el viernes y desde la pasada medianoche se les han unido aquellos que forman parte de la Federación Nacional de Asociaciones de transporte de España (FENADISMER). Las reivindicaciones están claras: piden medidas que permitan hacer frente a la subida del precio del petróleo para que salir a trabajar no les cueste dinero.

Robin Townsend (EFE)

Pero, ¿sabrá España enfrentarse a una huelga de transportistas? El miedo al desabastecimiento es palpable, sobre todo en los mercados. El pescado empieza a llegar con cuentagotas debido al paro de los armadores y las consecuencias se empiezan a notar en el bolsillo: en algunas comunidades autónomas, como la valenciana, el precio del pescado blanco ha aumentado hasta un 50%, según la Asociación de Mayoristas de pescado de Valencia.

Las autoridades intentan mover ficha para que la situación no se les vaya de las manos. El sábado, Zapatero llamaba al sector al diálogo para alcanzar acuerdos y se comprometía a proponer "todas las medidas que sean razonables" para evitar que la amenaza del paro se convirtiera en realidad. Al día siguiente — ayer domingo — Juan Miguel Sánchez, el director general de Transportes por Carretera del Ministerio de Fomento anunciaba que a mediados de semana se haría público un "paquete de potentes medidas" para intentar mejorar la situación de los transportistas. Eso sí, sin dejar muy claro cuáles serían esas medidas. Sánchez sólo anticipó que se creará un fondo de 55 millones de euros para los transportistas de edad avanzada que quieran abandonar el sector y que se tomarían medidas de carácter fiscal, de justicia, de tráfico e incluso de eficiencia energética.

Para los transportistas, el anuncio fue más una cortina de humo que una posible solución y no entendieron por qué tenían que esperar hasta mediados de semana para conocer las propuestas del Gobierno. Además, negaron que hubiera habido contactos con el Ejecutivo, como había asegurado Sánchez. Así, dejaron clara su postura: la convocatoria seguía adelante y, previsiblemente, se mantendrá hasta la manifestación que el sector está preparando para el próximo día 18 en Madrid.