El ataque a un camionero suma tensión al conflicto entre el campo y el Gobierno en Argentina

Buenos Aires.-  Un camionero fue herido hoy cuando participaba en una protesta del campo, que se suma a otros incidentes registrados durante manifestaciones del sector, en medio del severo conflicto con el Gobierno argentino.

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(EFE)

Un camionero, de 55 años, fue atacado con un arma blanca cuando participaba de un bloqueo para apoyar los reclamos del campo en Argentina.

El hombre, de 55 años, fue atacado por la espalda con un arma blanca cuando participaba esta madrugada de un bloqueo de carretera en la localidad bonaerense de Roque Pérez para apoyar los reclamos del campo, indicaron hoy fuentes policiales.

"Fue atacado por un grupo de camioneros infiltrados en contra de la protesta del campo, que lograron huir", aseguró la esposa del camionero herido, identificado como Ignacio Iribarren, quien se encuentra "en observación" en un hospital de Roque Pérez.

En tanto, la camioneta de un productor rural fue incendiada por un grupo de desconocidos en la provincia de Chaco, cuando su propietario participaba anoche de una asamblea del sector agropecuario en otra de las rutas donde se realizan cortes.

Además, dos camiones chocaron y un auto volcó ayer cuando intentaban esquivar bloqueos de carreteras en el interior del país.

Los incidentes se produjeron luego de que las mayores organizaciones agropecuarias de Argentina ratificaron este viernes la continuidad hasta mañana de su huelga en rechazo a la presión fiscal sobre el sector, aunque manifestaron su intención de retomar el diálogo con el Gobierno.

La decisión fue adoptada al cabo de otra jornada marcada por la tensión a raíz de los bloqueos que también realizan los dueños de camiones de transporte de cereales, que piden al campo y al Gobierno el fin del conflicto para volver a trabajar.

Mientras en algunas rutas se producen forcejeos entre productores rurales y choferes de camiones, otros transportistas, como Iribarren, apoyan las protestas del campo, cuya huelga consiste en no comercializar granos con destino a la exportación.

El vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, afirmó que existe preocupación entre las entidades agropecuarias ante la protesta de los dueños de camiones.

"Los transportistas son colaboradores nuestros, pero no estamos de acuerdos con los métodos", sostuvo en declaraciones radiales.

Las cuatro mayores entidades del campo, que reúnen a unos 290 mil productores, anunciaron que el domingo a la medianoche finalizará el paro y que el lunes se normalizaría la circulación, aunque las bases se muestran reticentes a abandonar las protestas en algunos puntos del interior del país.

El vicepresidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto, afirmó hoy que la solución al conflicto "está en una mesa de diálogo, no en una protesta en las rutas", y consideró que "las partes tienen que ceder y acercar posiciones".

Las asociaciones indicaron que los llamamientos "han sido encauzados" a través del defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, quien "en pleno ejercicio de sus facultades" ha convocado a las partes en conflicto a una reunión prevista para el lunes.

Mondino ratificó que ha hecho una convocatoria formal de audiencia entre las entidades agropecuarias y el Gobierno, que tras unas negociaciones plagadas de marchas y contramarchas llevan varios días sin establecer contacto.

Sin embargo, el secretario argentino de Agricultura, Javier de Urquiza, aseguró ayer que el Gobierno "no acepta ningún tipo de mediación", aunque el gobernador de la provincia de Chaco, el oficialista Jorge Capitanich, consideró hoy que "el diálogo es la mejor herramienta" para superar esta situación.

El conflicto se inició el 11 de marzo pasado, cuando el Gobierno impuso un nuevo esquema tributario para las exportaciones de granos, que movió al campo a realizar bloqueos de rutas y tres huelgas comerciales, solo interrumpidas por dos períodos de tregua en los que las negociaciones no fructificaron.

Por los bloqueos de carreteras, que llevan tres días consecutivos, prácticamente está en jaque el transporte de ómnibus de pasajeros y también corre peligro la distribución de alimentos hacia los centros urbanos.