La siderúrgica brasileña mantiene fuerte optimismo pese a la crisis mundial

Río de Janeiro.-  La industria siderúrgica de Brasil sigue apostando a un fuerte crecimiento de la demanda internacional e interna de acero y no le teme a la crisis económica de Estados Unidos, coincidieron hoy empresarios del sector.

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(EFE)

La industria siderúrgica de Brasil sigue apostando a un fuerte crecimiento de la demanda internacional e interna de acero y no le teme a la crisis económica de Estados Unidos.

La firme demanda de productos siderúrgicos se mantendrá impulsada por economías emergentes como China, India y el propio Brasil, en un escenario de altos precios en nuevos niveles de referencia, señalaron ejecutivos de las principales siderúrgicas del país.

Los empresarios debatieron sobre el nuevo escenario mundial y las perspectivas para Brasil, durante el Primer Encuentro Nacional de Siderúrgica, organizado por el gremio patronal Instituto Brasileño de Siderúrgica (IBS), en Río de Janeiro.

Durante el evento fueron discutidas proyecciones del IBS que prevén que Brasil ascienda desde la novena hasta la séptima posición mundial como mayor productor de acero en los próximos años.

Mientras, el consumo interno debe subir a una tasa anual del 7,7 por ciento, el doble del promedio mundial, hasta 40 millones de toneladas en 2015, contra 22 millones en la actualidad.

El nuevo presidente del IBS, Flavio Roberto Azevedo, manifestó su optimismo por el desarrollo de Brasil y el nuevo patrón de crecimiento económico "que se mantendrá durante los próximos años".

Este contexto abre nuevas oportunidades para la siderúrgica, que invierte 27.000 millones de dólares para elevar la capacidad de producción de las actuales 41 millones de toneladas hasta 56 millones de toneladas al 2013, destacó.

En Brasil hay claras perspectivas de crecimiento en los mercados que responden por el 90 por ciento de la demanda de acero, con fuertes inversiones en marcha en las industria del petróleo y gas, naval, de maquinarias, construcción civil e infraestructura, destacó.

Para el 2016 la capacidad de producción de Brasil deberá casi duplicarse hasta llegar a 80 millones de toneladas, si se concretan todos los nuevos proyectos de ampliaciones de plantas existentes y construcción de nuevas acerías, destacó Isaac Popoutchi, de la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN).

"Hasta donde enfocamos el mercado internacional no se ven amenazas al cuadro de expectativas positivas", señaló, por su parte, el presidente saliente del IBS, Rinaldo Campos Soares.

La inflación internacional, las alzas del precios del petróleo y sus derivados y el enfriamiento de la economía de países desarrollados son algunos de los factores que preocupan a algunos expertos.

Sin embargo, los empresarios brasileños apuestan a que los nuevos altos precios son producto de un cambio estructural en el mercado mundial y que la oferta y la demanda tienden a equilibrase.

El presidente del Grupo Gerdau, André Johannpeter, señaló que hay un nuevo fenómeno de crecimiento económico fuera de América del Norte, impulsado por el bloque llamado Brics (Brasil, Rusia, India, China, Suráfrica), países del Oriente Medio y de América Latina.

Este proceso tiene un fuerte impacto sobre la demanda de acero y sobre los precios, que en palabras de Wilson Brunner, presidente de Usiminas, han alcanzado nuevos niveles.

"América latina tiene condiciones de ser competitiva en la siderúrgica mundial. Habrá cada vez más mudanzas en la geografía del acero", señaló Brunner.

El tono fue resumido por Roger Agnelli, director presidente de Vale do Río Doce, la mayor exportadora mundial de mineral de hierro.