El 'Pretilear' cumple 50 años

SAN JOSÉ (COSTA RICA).-  Para todos aquellos que hemos pasado algún tiempo de nuestras vidas en la Universidad de Costa Rica el verbo 'pretilear' es sin duda parte fundamental de la formación universitaria.

Arturo Pacheco

En la ciudad universitaria Rodrigo Facio al este de San José, entre los edificios de la Facultad de Generales y la Biblioteca Carlos Monge se encuentra una pequeña y modesta plaza, pero centro neurálgico de todo lo concerniente a la vida social en la UCR: El Pretil. Precisamente, el año pasado este punto de encuentro fue cerrado por varios meses para hacerle un cambio total de look y de esta manera celebrar las cinco décadas que lleva a cuestas viendo a abuelos, hijos y nietos 'pretileando' entre clases.

Conversar, bromear, vacilar, jugar o ligar. Pretilear es una de estas acciones o todas a la vez. Como parte de esta remodelación de El Pretil, se inauguró también la plaza '50 aniversario' donde antes sólo existía una acera abandonada y que para efectos prácticos no era mas que una extensión del propio pretil. En este mismo lugar, a un costado del edificio de Estudios Generales, el artista Eduardo Torijano diseñó sobre la pared de cuatro pisos de altura un enorme mural de azulejos multicolores que conforman un gran girasol, símbolo de la UCR.

Arturo Pacheco

Hasta este nuevo rincón llegan ahora el barullo de cientos de voces que reviven cada mañana el ritual más antiguo de la UCR. Sentados en el 'murito' y de espaldas a la biblioteca Carlos Monge se empiezan a acumular los estudiantes en animadas tertulias antes de ir a las primeras clases del día. Junto a ellos hay unos nuevos inquilinos, producto también de la nueva cara que muestra el pretil, son cinco jóvenes de bronce y su perro. Tres de ellos vestidos con jeans, camiseta, zapatos tenis o chancletas, con sus salveques a cuestas y hasta una guitarra, muestran en su cara y actitud una típica escena del estar 'pretileando'. A unos cuantos metros y acostados sobre el césped los dos personajes que nos faltaban se encuentran fundidos en tremendo beso y abrazo, con el chico a medio camino de subirle la blusa a su enamorada de bronce, en una de esas otras escenas típicas del 'pretilear' diario.

Muchas de las actividades de ocio comunes que se veían en el Pretil, como lo era el 'jacky', aquella bolsita tejida rellena con arroz con la que los universitarios se pasaban horas pateando y haciendo maromas, han ido perdiendo popularidad y poco a poco van dando paso a entretenimientos más tecnológicos. Para muchos la mañana comienza con un jugo, unas galletas y un mensaje de texto. Con el celular en una mano y la botella de agua en la otra, dividen su atención entre los compañeros de cuerpo presente y amigos que andan quién sabe dónde. Minutos más tarde se les ve de camino a sus respectivas clases sin separar la mirada de la pantalla del celular y con el pulgar moviéndose a una velocidad de espanto. A media mañana el Pretil se queda algo abandonado aunque nunca faltan aquellas figuras que tendidas al sol se van ganando la fama de alumnos recurrentes de los cursos "Pretil I" y "Pretil II", impartidos desde el principio de los tiempos por Vagancia y Pereza.

Alrededor del mediodía el Pretil alcanza su hora punta. Es cuando la hora del almuerzo y el hambre dictan que prácticamente todo el cuerpo estudiantil y docente del campus tenga que pasar por tan memorable espacio en su camino hacia las sodas, restaurantes, pizzerías, panadería y más de la Calle de La Amargura (la cual por si misma requeriría de otro relato completo). Así está montado el espectáculo multicolor del ir y venir. Ombligos al aire, tatuajes, anteojos oscuros, piercings, sandalias, pantalones cortos y faldas aun más cortas, jeans ajustados y toda clase de estrafalarios atuendos con los que nos deleitan estudiantes de todas las facultades, aunque claramente los de bellas artes se llevan la palma.

Pero el Pretil aparte de estas facetas algo mundanas, también ha hecho parte de la historia nacional como punto de organización y partida de los movimientos estudiantiles que han clamado por cambios políticos, denunciado injusticias sociales y hasta lanzado un grito de paz junto con el resto del mundo en contra de una guerra sin sentido que aun no vemos acabar.

Desde este espacio partió la marcha contra Alcoa (empresa privada minera que explotaría bauxita en una zona de delicados ecosistemas) el 24 de abril de 1970 fecha que actualmente marca las celebraciones de la Semana Universitaria. También desde el Pretil han avanzado las múltiples marchas por la defensa del presupuesto universitario, las marchas contra el Combo del ICE (privatización de las telecomunicaciones) y por supuesto, las manifestaciones contra el Tratado de Libre Comercio con EEUU (CAFTA) en los últimos años. Cabe destacar que al ser la UCR una entidad autónoma, el gobierno no puede iniciar ningún tipo de acción hacia el interior de su campus. Por lo tanto en estos 50 años el Pretil también ha sido espacio para la organización estudiantil y trampolín de diferentes movimientos sociales importantes en la historia de Costa Rica.

El Pretil también es sitio predilecto para todo evento público que se organice en la UCR. Durante la Semana Universitaria es el sitio ideal para realizar conciertos de los más diversos géneros musicales. También en otras épocas se abre a los futuros universitarios con las ferias vocacionales. Ferias de la salud, exposición de proyectos, ferias de lectura, venta de todo tipo de artilugios y hasta ferias de trueque se van alternando este espacio a todo lo largo del año.

Finalmente durante la tarde, ahora que recién comienza la época lluviosa, los truenos y los primeros goterones que caen hacen correr y reubicarse a todos aquellos que estudiando o matando el rato se quedan en el Pretil hasta finalizar el día e incluso entrada la noche. Allí, al día siguiente y los días que le seguirán volverá la misma rutina, las caras irán cambiando con el tiempo pero la vitalidad de este espacio no cambiará, porque siempre habrá jóvenes universitarios que como desde hace 50 años estarán allí 'Pretileando'.