Almunia pide una voz única de la zona euro en los foros internacionales

Barcelona.-  El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, ha defendido hoy la necesidad de que la Unión Económica y Monetaria (UEM) participe en los foros internacionales, como el G-7, que reúne a los países más industrializados del mundo, con "una voz única".

A juicio del comisario europeo, esto es "tan necesario como difícil", ya que en la actualidad hay un "coro de voces" que representa a la UEM y que "a veces desafina" en los foros internacionales.

"El euro no tiene quien hable en su nombre", una situación que debe cambiar "cuanto antes", ha dicho en presencia de un centenar de economistas de España, México y Polonia.

Almunia, que ha participado en la inauguración de la X Reunión de Economía Mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Barcelona, ha hecho balance del décimo aniversario del euro y ha enumerado las tareas pendientes de cara al futuro.

Estos diez años de moneda comunitaria han sido "extremadamente positivos", ya que ahora hay una estabilidad de precios desconocida hasta hace poco tiempo en muchos países de la UEM y la volatilidad es menor, "incluso en un momento de fuertes turbulencias como el actual", ha dicho Almunia.

"El euro nos ha abierto posibilidades y nos ha proporcionado estabilidad y protección", ha resumido el comisario europeo, antes de señalar que "no todo ha ido bien" y que "queda mucho por hacer" debido a los "grandes desequilibrios macroeconómicos" todavía existentes.

En el terreno de la integración financiera y en la mejora de la sostenibilidad de las cuentas públicas y de la productividad, por ejemplo, "hay camino por recorrer", ha afirmado.

Almunia ha citado como "desafíos" la presión directa que ejercerá el envejecimiento de la población europea, la inmigración y el cambio climático, y ha alertado de que la tendencia inflacionista está afectando sobre todo a las clases más desfavorecidas.

Su agenda en política económica para los próximos años incluye propuestas como una vigilancia presupuestaria de los países de la UEM "más sofisticada" y una mejora de la sostenibilidad de las cuentas públicas de algunos países a largo plazo y de la competitividad.

También ha abogado por un análisis mucho más pormenorizado, país por país, de las causas de la inflación y de los costes laborales unitarios, que en algunos casos provocan que la productividad sea "mediocre".