Valverde, de la ilusión al desencanto

Barcelona.-  Ernesto Valverde (9-2-1964) cerró hoy oficialmente su etapa como entrenador del Espanyol, dos años después de llegar a Montjuïc como el encargado de liderar un nuevo proyecto tras la marcha de Miguel Ángel Lotina, debido a su desencanto con la segunda vuelta de su equipo y las limitaciones presupuestarias de la entidad.

El Espanyol anunció el fichaje de Valverde , el 25 de mayo de 2006. Fue una de las primeras decisiones del director general ejecutivo Pedro Tomás, también incorporado al club en ese mes. En su presentación aseguró que uno de los objetivos era estabilizar al equipo y acabar con el sufrimiento, algo de lo que indudablemente, ha sido capaz.

A su llegada, el técnico lanzó un mensaje muy claro: "El objetivo de cualquier entrenador es conseguir ganar partidos y que el equipo ilusione. Además, mi idea es conseguir que mi equipo transmita cosas, que el aficionado tenga ganas de ver a su equipo y que piense que el Espanyol puede ganar a cualquier rival".

Aunque el 'Txingurri' (hormiga en esukera) tuvo un inicio de temporada algo complicado -perdió la Supercopa de España ante el Barcelona y sólo logró una victoria en las primeras diez jornadas-, finalmente dio con su once básico y supo reconducir la situación de un equipo que deslumbró en Europa.

Antes, sin embargo, vivió un episodio complicado en la Copa del Rey ya que fue eliminado en la primera ronda por el Rayo Vallecano, lo que produjo el enfado del público y peticiones de dimisión al consejo de administración. Afortunadamente para el club, salvó la primera pelota de partido.

Mientras en el campeonato doméstico el Espanyol se mantenía en la zona cómoda de la clasificación, en la Copa de la UEFA superó sin problemas la fase de grupos -incluso venció al Ajax en su campo- y mantuvo el ritmo en los cruces hasta plantarse en la final de la competición ante el Sevilla en Glasgow (Escocia).

19 años después, el Espanyol disputó su segunda final europea y, curiosamente, Valverde fue protagonista en ambas. En la primera en Leverkusen (1988) como jugador y en la de Glasgow como entrenador. Lamentablemente, perdió ambas finales en la tanda de penaltis.

El de Viandar de la Vera mantuvo el listón y condujo al Espanyol a completar una primera vuelta espectacular en la temporada recién concluida.

Fruto de ello, se inició una campaña en la que se le señalaba como posible sustituto de Frank Rijkaard en el banquillo azulgrana. Valverde, ex jugador del Barça y amante de la filosofía de Johan Cruyff, fue protagonista durante varias semanas.

A pesar del crédito ganado por su buen hacer, los malos resultados en la segunda vuelta provocaron que surgiesen numerosas dudas. En un club como el Espanyol, falto de paciencia, muchos comenzaron a plantearse su continuidad, aunque el presidente, Daniel Sánchez Llibre, le defendiese en público.

Si no llega a ser por la primera vuelta, muchos piensan que Valverde habría acabado en la calle. De todas maneras, el técnico siempre ha defendido su continuidad y ha insistido en que quería cumplir el año de contrato.

Sin embargo, la derrota ante el Almería supuso un punto de inflexión y dejó muchas puertas abiertas. Hasta hoy, día en el que se ha confirmado su marcha.

En su trayectoria se ha confirmado como un entrenador serio, con carácter y que no ha tenido reparos en dejar fuera de la convocatoria o en el banquillo a futbolistas intocables como Luis García, Riera, De la Peña, Tamudo o Kameni sin montar grandes incendios.