Periodistas de varios países comprueban in situ el ritmo frenético del final de las obras de la Expo

Zaragoza.-  Periodistas españoles, franceses e italianos han podido comprobar hoy por primera vez el ritmo frenético que se vive en el recinto de la Exposición Internacional de Zaragoza, veinte días antes de su inauguración, para terminar el contenido de los pabellones y finalizar la urbanización.

ampliar foto

En el primer día de la Semana de la Prensa organizada por Expo Zaragoza 2008 han coincidido en el recinto los trabajadores que se afanan en proseguir las obras con los 2.000 empleados polivalentes contratados por la Muestra, que acudían hoy a conocer sus puestos, y un centenar de periodistas.

Para estas jornadas, que concluirán el próximo viernes, se han acreditado, según confirmó el director de comunicación de Expo Zaragoza, Antonio Silva, 700 periodistas de cien medios de comunicación y doce países.

Antes del inicio de la visita, el director de la oficina del Comisario, Eduardo López Busquets, quiso prevenir a los periodistas que iban a recorrer el recinto y advertirles de que se trata de una fase en la que hay una importante actividad física de construcción pero que la organización se siente "tranquila" porque el trabajo "está hecho y bien".

Los representantes de los medios de comunicación tuvieron que sortear toros mecánicos, obreros, cables y escombros y tragar mucho polvo mientras se preguntaban incrédulos si todo estará dispuesto para el 14 de junio.

Según los responsables de la organización no sólo estará terminado para esa fecha sino que deberá estar listo para en ensayo general del próximo 5 de junio y todos los contenidos dispuestos, salvo las obras de arte que llegarán apenas unos días antes.

Mientras se observaban los avances en los espacios de algunos países como Marruecos, Rusia, Malasia o Corea, que ya lucían sus fachadas, al menos, terminadas o a punto, de otros sin embargo solo se adivinaba la propiedad por el cartel en letras colgado en la puerta y sus interiores todavía vacíos.

Como el de Italia, el primer pabellón de un país que visitan los periodistas, ya tabicado y con las estructuras y rampas colocadas pero cuyos contenidos por el momento solo están en la imaginación de su director de Comunicación, Hugo Trujano.

Trujano explicó a los periodistas el lugar donde se colocará la Venus Esquilina, una obra maestra de la escultura clásica griega del siglo V antes de Cristo que saldrá de Roma expresamente para viajar a Zaragoza.

También hizo el recorrido por los cinco ejes temáticos en que se dividirá la exposición de este recinto, de 1.400 metros cuadrados dividido en dos plantas, donde se mostrará la cultura hidráulica de Italia, la más antigua del mundo occidental, y su evolución histórica.

Así, se podrá conocer la historia de los acueductos, los complejos termales, las fuentes, las obras de saneamiento, así como los puertos y la canalización de las aguas internas y se contemplarán reproducciones a escala de las famosas máquinas hidráulicas de Leonardo da Vinci y del modelo de la ingeniería del Mose, la obra hidráulica más importante en construcción.

Contará con un restaurante de alta cocina con capacidad para 80 personas en el que se celebrarán jornadas gastronómicas de unas diez regiones del país y con un anfiteatro para cien personas que acogerá desde congresos científicos hasta conciertos.

Todos los martes se ofrecerán recitales en uno de los modernos pianos con forma de onda de diseño italiano, que serán con carácter privado los fines de semana.

Este recinto ha sido concebido por el estudio del arquitecto Michele De Lucci de Roma, su montaje y contenidos supondrá una inversión de seis millones de euros y estará terminado en la primera semana de junio.

Más avanzado se encuentra el pabellón de Aragón, una estructura de enormes dimensiones que ha tenido que emplear técnicas únicas en el mundo, según recordó Daniel Olano, uno de los autores del proyecto.

La estructura principal es un cuadrilátero de 50 por 50 metros y 25 metros de altura que se levanta sobre tres grandes soportes y que ha precisado pilotajes de más de 40 metros de profundidad.

El contenido expositivo se mostrará en dos plantas, una en la que se conocerá la diversidad geográfica de Aragón en la que apenas falta el montaje de las fotografías, la distribución de la decoración y del patrimonio artístico, y otra en la que, a través de ocho pantallas de 12 por 7 metros, se mostrará un vídeo de Carlos Saura.

Esta sala, recorrida por un cauce de agua de cien metros se contemplará parcialmente iluminada y exhibirá seis piezas de arte contemporáneo especialmente concebidas para el espacio que van a ocupar, el interior de seis enormes prismas, y que se colocarán unos días antes de la inauguración.