BELGRADO (SERBIA).- Cerca de 7 millones de serbios ya están votando en las urnas, incluidos los que residen en el independiente Kosovo, para elegir al próximo Gobierno en unas elecciones con un resultado impredecible debido al escaso margen que separa a las dos principales opciones: la europeísta liderada por el Partido Democrático (DS) del presidente, Boris Tadic, y la nacionalista del Partido Radical Serbio (SRS).
BELGRADO, 10 (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Leyre Guijo) Cerca de 7 millones de serbios ya están votando en las urnas, incluidos los que residen en el independiente Kosovo, para elegir al próximo Gobierno en unas elecciones con un resultado impredecible debido al escaso margen que separa a las dos principales opciones: la europeísta liderada por el Partido Democrático (DS) del presidente, Boris Tadic, y la nacionalista del Partido Radical Serbio (SRS).
Precisamente Kosovo y la UE han sido los dos temas que más atención han acaparado durante la campaña electoral y que han sido utilizados como arma arrojadiza por ambos bandos. En el caso de la UE, la firma el pasado 29 de abril del Acuerdo de Asociación y Estabilización (AAE) con los Veintisiete ha servido a Tadic para recibir duras críticas por parte de sus rivales, en particular el que hasta hace poco era su socio de coalición, el primer ministro saliente, Vojislav Kostunica, que le ha acusado de traicionar al país, e incluso para recibir amenazas de muerte.
Kostunica y su Partido Democrático de Serbia (DSS) acusan a Tadic de haber suscrito un texto que no es el que el Gobierno de coalición comenzó a negociar con la UE y que de hecho supone un reconocimiento de la "independencia unilateral ilegal" de Kosovo, por lo que consideran "inconstitucional y contrario a los intereses de la nación". Aunque tanto Tadic como el resto de miembros del gabinete de su partido se han esforzado en explicar que el documento es el mismo y que supone una oportunidad para Serbia de reforzar su posición en su negociación con Pristina, sus palabras no han surtido efecto
Prueba de ello es lo ocurrido ayer durante la última reunión del gobierno saliente y que demuestra que las diferencias que llevaron a Kostunica a disolver la coalición y forzar elecciones anticipadas son ya irreconciliables. El gabinete acordó pasar al Parlamento para su ratificación tanto el AAE como el acuerdo energético con Rusia, sin embargo no todos los ministros estuvieron presentes en ambas votaciones.
Kostunica y el resto de ministros del DSS abandonaron la reunión para la votación del AAE mientras que el primer ministro saliente sí estuvo presente en la votación del acuerdo con Rusia que había sido rechazado en dos ocasiones anteriores por no recibir el respaldo mayoritario. El DS se había negado hasta ahora a apoyar este acuerdo - que prevé la creación de una compañía conjunta para construir un gaseoducto a través de Serbia y la compra por parte de Gazprom del 51% de la petrolera serbia -, pero ayer lo apoyó porque será la nueva Cámara la que lo ratifique.
En cuanto a Kosovo, no existen en realidad muchas diferencias en la posición de los principales partidos, si bien tanto DSS como los radicales han acusado a Tadic de haber cedido al "chantaje" europeo y firmado el AAE a cambio de Kosovo, aunque el presidente serbio se ha pronunciado en repetidas ocasiones en contra de que entrar en la UE suponga renunciar a Kosovo.
Por este motivo, muchos quieren ver en las elecciones de mañana un referéndum sobre la UE y Kosovo, en el que votar por el DS sería votar por Europa y votar por los radicales sería hacerlo por la integridad territorial de Serbia. Sin embargo, la mayoría de los serbios se declaran pro-europeos (alrededor del 70%) y el partido de Tadic sólo cuenta con el apoyo, según los últimos sondeos, del 31,5%, y en el caso de Kosovo, según Jelica Minic, analista política y miembro del Movimiento Europeo en Serbia, "se utiliza para ocultar los verdaderos problemas de la sociedad serbia".
De hecho, los ciudadanos son mucho más conscientes que sus políticos de que Kosovo se ha perdido, de hecho se perdió ya en 1999, lo que no quita que sientan que se les ha arrebatado una parte de su identidad y se sientan heridos y hasta cierto punto engañados. "Si Kosovo se hubiera perdido en 1999 se habría entendido mejor, porque se pensaba que era porque no había un Gobierno democrático en Serbia, pero ahora es difícil explicar por qué", afirma la directora para la Unión Europea del Ministerio de Exteriores serbio, Militza Delevic.
"Si uno es realista y con los pies en el suelo se da cuenta de que Kosovo se perdió hace mucho tiempo", afirma a Europa Press Lana Patkovic, intérprete en Novi Sad (sur). "El desempleo y la seguridad social son las cuestiones que preocupan a los ciudadanos de a pie", añade. En Serbia, la tasa de paro ronda el 19% y en algunas zonas se sitúa en torno al 35-40%, siendo de hasta el 44% entre los jóvenes.
Si a esto se suma la disparidad entre el norte rico, en particular la región de Vojvodina, que cuenta con un régimen especial de autonomía, y el sur pobre, y los problemas de corrupción que han salpicado a algunos miembros del gobierno, es fácil entender el auge que los radicales han experimentado y que les sitúan como los favoritos. "No dudamos de nuestra victoria porque la gente quiere cambios y no quieren sólo promesas", señala Elena Pavlovski, del departamento de comunicación del SRS, a Europa Press.
Así las cosas, y aunque Kostunica no se ha pronunciado aún de sus intenciones, todo apunta a que si ganan los radicales estos formarán coalición con el DSS, mientras que en el caso de que ganara el partido de Tadic -que ya en otras ocasiones ha ganado pese a que los sondeos no le daban la victoria-éste se vería abocado a formar coalición con el Partido Liberal Democrático (LPD), el único que se muestra dispuesto a reconocer la independencia de Kosovo porque cree que la ya ex provincia supone un lastre para el avance del país.
Sin embargo, en ambos casos podría tener que intervenir un actor con el que inicialmente nadie contaba: el Partido Socialista de Serbia (SPS) del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic. Tras la desaparición de su líder carismático y experimentar un relevo generacional, el partido, al que los sondeos dan en torno al 7,5% de los votos, ha tratado de suavizar su postura y según los analistas estaría buscando lavar su imagen exterior e intentar entrar a formar parte de la Internacional Socialista.
Para ello, cabe la posibilidad de que renuncie a apoyar a su socio tradicional, el SRS, y que dé su apoyo tácito a una eventual coalición DS-LDP. Desde el SRS, Pavlosvki reconoció que los socialistas "están en una posición muy buena, porque los dos grandes candidatos necesitan su apoyo y van a aprovecharse de ello". El SRS, añadió, "está abierto a colaborar con todos aquellos que apoyen una política nueva y de cambio".
En total, según la Comisión Electoral (RIK) hoy están llamados a las urnas 6.749.688 ciudadanos. Los 8.682 colegios electorales, además de los 157 que habrá para los desplazados de Kosovo, abrirán sus puertas a las 7:00 horas y cerrarán a las 20:00 horas. En Kosovo, un total de 115.712 se han registrado para votar en las elecciones parlamentarias en 295 colegios electorales.
Los serbios eligen mañana a los 250 diputados que integran el Parlamento para los que se han presentado un total de 22 listas electorales y 3.137 candidatos, pero además se elegirán a los 120 diputados que integran la Asamblea de Vojvodina y a los diputados municipales de 24 ciudades y 150 municipios.
En el caso de Kosovo, los serbios que residen en el norte de este territorio y en los distintos enclaves están llamados también hoy a las urnas para elegir a sus representantes municipales, aunque en contra de la voluntad tanto de las autoridades kosovares, que sin embargo han asegurado que no pondrán trabas a la votación, como del jefe de la Misión de la ONU en el territorio (MINUK), Joachim Ruecker, que calificó esta votación de "ilegal e inaceptable" esta semana. Se espera que 201.751 ciudadanos participen en esta votación.
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