El Estudiantes resucita en una jornada mortal para Valladolid

Madrid.-  El baloncesto ACB clausuró la primera fase de la Liga inmerso en una jornada vibrante, atiborrado con una esplendorosa ración de pasión, equipos al borde del precipicio, aspirantes buscando hueco en la carrera por el campeonato y un desenlace fatal para el Grupo Capitol Valladolid, compañero del León en el viaje a la LEB, y esplendoroso para el MMT Estudiantes, que salvó sesenta años ininterrumpidos entre los mejores con un demoledor despliegue en la cancha del Grupo Begar.

La competición ACB es así, pero había que enseñarla de una vez por todas en su auténtica dimensión. Los carruseles de radio y el de Televisión Española abrieron la puerta de un día eléctrico a los aficionados y expusieron la embargadora tensión, los golpes de timón y la imprevisible naturaleza de un juego desbordante.

El MMT Estudiantes conservó la categoría con una autoridad desmesurada. Anotó doce triples en el primer tiempo y terminó con diecisiete para esquivar la guadaña que pesaba sobre su cuello sin dar lugar a sufrimientos (71-96). El Granada, que tenía pie y medio fuera de la ACB, bailó al Tau hasta límites inesperados y acabó desesperado por un rebote que vale una permanencia (89-87). Su último fichaje, el pívot inglés Pops Mensah-Bonsu, imperial y determinante.

En Menorca hizo falta prórroga para saldar un 103-105 salvador. Poco a poco, en medio de vaivenes constantes en todos los encuentros salvo en el del Estudiantes, la sombra alcanzó al Grupo Capitol Valladolid, que cayó 95-89 en la pista del Polaris World Murcia y, después de cerrar la segunda vuelta con sólo tres victorias, desaparece fulminado por su recesión y por los marcadores de otras canchas.

El encaje de las eliminatorias de cuartos de final también desprendió tensión. El choque entre el Real Madrid y el Cajasol, sin nada en juego para ninguno de los dos, puso en jaque a los blancos y terminó con los pálpitos a flor de piel. Una falta antideportivo señalada al griego Mikhalis Kakiuzis soliviantó a Manel Comas, que salió a protestar al centro de la pista y recibió dos técnicas. Los tiros libres del embrollo dieron la llave del choque a Raúl López, que solventó el mal trago desde la línea de personal (89-81).

El rival de los blancos en la primera tanda por la liga, el Unicaja, salió rodeado de sospecha de Manresa, donde perdió por 86-90. Pero, además, el Barcelona cedió en Bilbao, donde tiene que volver para enfrentarse al conjunto de Txus Vidorreta, que reforzó el sueño de llevar su excelente temporada muy lejos y enseñó los dientes al cuadro azulgrana antes de iniciar el cruce que les empareja en la carrera por el título (90-84).