Sube tensión en una reserva amazónica en el estado de Roraima

Río de Janeiro.-  El Gobierno federal de Brasil envió hoy refuerzos policiales a una reserva indígena en el estado de Roraima, fronterizo con Venezuela, para evitar nuevos episodios de violencia después de que pistoleros al mando de hacendados tirotearan a 10 indios, dijeron las autoridades.

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(EFE)

Según informó la Policía Federal en Brasilia, agentes que están destacados en Boa Vista, la capital de Roraima, serán enviados a la reserva Raposa Serra do Sol con el objetivo de ampliar las bases y puestos de fiscalización en el lugar.

Según informó la Policía Federal en Brasilia, agentes que están destacados en Boa Vista, la capital de Roraima, serán enviados a la reserva Raposa Serra do Sol con el objetivo de ampliar las bases y puestos de fiscalización en el lugar.

El ministro de Justicia, Tarso Genro, se desplazó al lugar a recabar información ante la "acción inaceptable" de los empleados de una hacienda que dispararon ayer contra los indígenas, dijo su despacho.

Según la propia Policía Federal, testigos y las víctimas, el peor incidente en el largo conflicto por la propiedad de la tierra en la reserva ocurrió cuando una grupo de indígenas invadió una hacienda de arroz propiedad del alcalde del lugar y fueron repelidos a tiros.

La hacienda "Depósito" está ubicada dentro de la reserva indígena y pertenece al alcalde de la localidad de Pacaraima, Paulo César Quartiero, un empresario y plantador de arroz que lidera la oposición a un decreto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva que en 2005 reconoció y delimitó la reserva.

Quartiero argumentó a periodistas que sus hombres fueron atacados con arcos y flechas y por eso respondieron.

La Policía Federal ya cuenta en Roraima con 300 agentes que junto a otros 100 miembros de la Fuerza Nacional, un cuerpo policial de elite, habían sido enviados en abril a hacer que los hacendados blancos desalojaran la reserva.

Esa operación de retirada de los colonos fue suspendida el 11 de abril por una decisión del Supremo Tribunal Federal (STF), hasta que haya un veredicto sobre la constitucionalidad del decreto presidencial que consagró de manera continua el territorio ancestral de varias tribus que viven en el lugar.

Los empresarios y gobernantes de Roraima demandan que el reconocimiento solo sea hecho de manera interrumpida, de modo que grandes haciendas de arroz y ganado, con miles de hectáreas, permanezcan como islas de propiedad privada, excluidas de la reserva de 1,7 millones de hectáreas.

Una de esas haciendas es la del alcalde Quartiero, quien ha prometido "resistir" hasta el final.

Mientras tanto, el gobernador del estado de Roraima, José de Anchieta Junior, calificó la acción de los indígenas como una invasión y un acto "terrorista".

Imágenes difundidas hoy en la televisión muestran cuando varios indígenas que construían tiendas de lona y palos eran atacados por un grupo de encapuchados. Uno de ellos les lanzó un explosivo.

El propio gobernador objetó ante el Tribunal la legalidad de la delimitación de la reserva.

El Consejo Indígena de Roraima dijo que dos de sus heridos estaban en estado grave.

"A pesar de la violencia y la intimidación y sucesivas amenazas, las comunidades de Raposa Serra do Sol no recularán en la consolidación del decreto de delimitación", afirmó la organización.

En otro episodio de violencia étnica, el lunes fue asesinada una niña indígena de 5 años en la aldea Anajá en el municipio de Arame, en el centro del estado de Maranhao, informó hoy el Consejo Indígena Misionero (CIMI), vinculado a la Iglesia Católica.

Según los activistas, pistoleros llegaron disparando a la aldea en la tierra indígena Araribóia, donde en 2007 fue asesinado un líder tribal.

En la zona se arrastra otro largo conflicto con colonos ilegales que le disputan a los indios la propiedad de la tierra.