Indios entregan a Lula una carta con sus reivindicaciones y críticas al Gobierno

Río de Janeiro.-  Representantes de los cerca de 800 indios que acamparon en Brasilia los últimos cuatro días entregaron hoy al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, un documento en el que denuncian sufrir discriminación y critican al Gobierno.

ampliar foto

(EFE)

"El Gobierno ha hecho esfuerzos significativos, pero sigue sometido a la presión de los intereses económicos y políticos que siempre mandaron en este país", asegura el documento final entregado por los indios. En la foto un encuentro entre indígenas brasileños y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el 19 de abril de 2007.

El mandatario recibió en el Palacio de Planalto a los líderes del V Campamento de la Tierra Libre, instalado el martes en una extensa área verde en la zona de los ministerios.

La reunión se llevó a cabo en medio de la polémica por críticas del Ejército y de la Justicia a la decisión del Gobierno de crear una gigantesca reserva en la frontera con Venezuela.

"El Gobierno ha hecho esfuerzos significativos, pero sigue sometido a la presión de los intereses económicos y políticos que siempre mandaron en este país", asegura el documento final entregado por los indios.

"Por eso exigimos del Gobierno respuestas urgentes y de relevante impacto a las demandas presentadas en los últimos cinco años y que tan poca atención obtuvieron", agrega el documento firmado por 800 líderes que dicen representar a los más de 230 pueblos indígenas de Brasil.

Las principales reivindicaciones son la inmediata demarcación de reservas aún no creadas y la expulsión de colonos que habitan en territorios indígenas, así como una revisión urgente de las políticas de salud dirigidas a los indios.

El documento menciona el atraso del Gobierno en expulsar de los productores de arroz que se niegan a abandonar la reserva Raposa Serra do Sol, creada en 2005 y ubicada en el estado amazónico de Roraima, en la frontera entre Brasil, Venezuela y Guayana.

La reserva ocupa 1,7 millones de hectáreas (7,7 por ciento del territorio de Roraima) y está habitada por unos 18.000 miembros de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona.

Pese a que el Gobierno tenía planeada una operación policial este mes para expulsar a los arroceros, la máxima corte de justicia del país ordenó la suspensión del desalojo y manifestó su intención de revisar la conveniencia de crear la reserva.

Algunos magistrados han manifestado dudas en torno a la conveniencia de entregar el gigantesco territorio a pocos indios y acabar con los cultivos de arroz, fuente de sustento de varias familias y principal actividad económica de Roraima.

"Esa decisión del tribunal es inédita por permitir que invasores continúen usurpando el derecho territorial de los pueblos indígenas y cometiendo flagrantes actos criminales que cuestionan la convivencia social, el estado de derecho y la autoridad del gobierno brasileño", según el documento presentado por los indios.

Además, el comandante militar de la Amazonía, general Augusto Heleno Ribeiro Pereira, aseguró que la creación de la reserva en plena frontera puede comprometer la soberanía nacional y lanzó duras críticas a la política indigenista del Gobierno.

De acuerdo con los indios recibidos por Lula, el presidente se comprometió a crear una comisión para que defiende la creación de la reserva ante los magistrados del Supremo Tribunal Federal.

"Resaltamos que la demarcación de tierras indígenas en la zona de frontera en nada compromete la integridad y la soberanía de Brasil y que, por el contrario, es la extrema violencia de los invasores la que amenaza y compromete la seguridad del país en esas regiones", asegura el documento.

Los indios también exigen medidas urgentes para contener las persecuciones y el prejuicio que sufren y aseguran que muchos de sus líderes "son arrestados arbitrariamente o asesinados por hacendados".