La familia de Teresa Macanás la despiden en el funeral entre el dolor y la ternura

Santomera (Murcia).-  La población de Santomera, todavía conmocionada por la trágica muerte el lunes de Teresa Macanás, comenzó hoy a retomar la normalidad mientras su hija y su familia, los vecinos y amigos de la propietaria del estanco, la despedian en el tanatorio, en un funeral rodeado de dolor, ternura y serenidad.

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(EFE)

El furgón con los restos de la mujer degollada por su hijo en Santomera, Teresa Macanás, sale del tanatorio para su entierro en esta localidad murciana.

Muchos vecinos se congregaron en el tanatorio de la localidad donde se despidieron de ella, rodeada de coronas, y donde se celebró la misa en la que el párroco, Francisco de Asis Pagán, recordó la bondad de Teresa, la "mujer buena" que cuando podía se escapaba de su trabajo para recibir "una comunión que le diera la fuerza que necesitaba y que la ha preparado para que Dios la reciba en su seno".

"Su hija, sus nietas y todo su entorno, incluso yo, estamos consternados por su muerte", dijo el sacerdote, que la conocía desde hace tiempo. Ahora nos ha dejado y, a pesar de las cincunstancias de su muerte, nos quedamos con su ejemplo de mujer luchadora, trabajadora y fuerte, y solo nos queda la posibilidad de vivir con la foprtaleza que da la fe.

Sin citar a Angelo, el hijo de Teresa, ahora detenido como presunto autor de su muerte, el padre Pagán afirmó que "la justicia de Dios es muy particular y sólo él conoce a fondo a las personas".

La hija de Teresa, su marido, sus hijas y su sobrina mostraron durante el funeral mucha entereza, que sólo se rompió por las lágrimas al darse la paz, momento en el que las tres adolescentes se abrazaron a su madre y tía y finalizaron así la ceremonia.

Otro momento de dolor se vivió cuando, tras finalizar el funeral, los servicios funerarios retiraron el féretro de Teresa, y la familia se unió, lloraron y se abrazaron en el momento de la despedida.

Teresa Macanás murió el pasado lunes decapitada por su hijo Angelo, de 35 años, después de múltiples episodios de violencia, en la cafetería que ella le había montado para que se ganara la vida, después de pasar en dos ocasiones por la sección de psiquiatría de la prisión de Foncalent (Alicante) por sentenciales judiciales por agresiones a su madre.