Los indios de Brasil buscan "resistir" a los arroceros en la frontera con Venezuela

Brasilia.-  Indios del estado brasileño de Roraima, limítrofe con Venezuela, dijeron hoy que han comenzado a organizarse para "resistir" a empresarios arroceros que se niegan a abandonar su reserva y a los que acusaron de quemar sus viviendas y sus escuelas.

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(EFE)

Cerca de 800 indios de varias etnias brasileñas acamparon frente al Congreso Nacional, en la explanada de los ministerios de Brasilia (Brasil), durante la quinta edición del campamento Tierra Libre.

La tensa situación en la reserva "Raposa do Sol" fue denunciada en un campamento montado por unos 800 indios en la Explanada de los Ministerios, la más céntrica avenida de Brasilia, frente al Congreso y los ministerios de Justicia y Relaciones Exteriores.

Jacir Macuxí, habitante de la reserva, dijo que los empresarios del arroz han quemado, en las últimas dos semanas, decenas de casas y al menos dos escuelas indias y que incluso mantienen amenazados a líderes indígenas y profesores.

La reserva Raposa do Sol, delimitada por el Gobierno en abril de 2005, ocupa 1,7 millones de hectáreas (7,7 por ciento del estado de Roraima), habitadas por unos 18.000 miembros de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona.

Tres años después de delimitar las áreas, el Gobierno decidió expulsar a empresarios arroceros instalados en la región, que se han resistido a ser removidos por una fuerza policial desplegada con ese fin.

La semana pasada, el Supremo Tribunal Federal ordenó suspender la operación policial a pedido del gobierno de Romaima, que abogó por los arroceros con el alegato de que su actividad representa cerca del 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de ese estado.

Amparados por ese fallo, los arroceros han comenzado a amedrentar a los indios, con el objetivo de que cedan en sus demandas, denunció Jacir Macuxi durante una rueda de prensa celebrada en el campamento montado en Brasilia.

Jecinaldo Sateré-Mawé, portavoz de la Coordinadora de Indígenas de la Amazonía, dijo que todas las etnias de Brasil se "solidarizan" con los pueblos de Raposa do Sol y están dispuestas a movilizarse en "defensa" de sus hermanos.

"Si fuera preciso, habrá que dar la vida para defender nuestra tierra", alertó Sateré-Mawé, quien dijo que lo que sucede en Raposa do Sol ante "los ojos de un gobierno omiso" puede repetirse en otras zonas del país.

Los indios acampados en Brasilia también denunciaron que el Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC), un ambicioso programa para la construcción de infraestructuras en todo el país, es otra "amenaza" contra los pueblos indígenas.

El PAC, anunciado el año pasado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, incluye la construcción de decenas de represas para la generación de energía eléctrica, y al menos cinco de ellas están proyectadas en tierras indígenas.

"Destruirán las nacientes de nuestros ríos, inundarán nuestras tierras y acabarán con nuestras fuentes de alimentación", declaró Sateré-Mawé.

El líder indígena informó de que tanto la "destrucción que traerá el PAC" como la tensa situación en Roraima serán denunciadas ante la ONU, a fin de que haya una "presión internacional" sobre el Gobierno brasileño.

En la misma rueda de prensa, fue citado un informe difundido la semana pasada por el Consejo Indigenista Misionero (Cimi), de la Iglesia católica, según el cual, entre 2006 y 2007 fueron asesinados 92 líderes indígenas en medio de conflictos por la tierra.