Balas de mierda

A comienzos del mes de abril un equipo de paleontólogos encontró, en las cuevas Paisley, en el estado norteamericano de Oregón, unas heces fosilizadas con 12.300 años de antigüedad. Se trataba de las deposiciones del primer americano. Tan acojonante descubrimiento coincide con el quinto aniversario de la invasión de Irak, y con una nueva excreción de residuos corporales por parte de otro norteamericano ilustre. George Bush ha dejado caer una lagrimilla en la ceremonia de entrega de una medalla a los familiares de un soldado muerto.

Jason Reed (REUTERS)

Las lágrimas de Bush

Se cierra el círculo. Entre la mierda del primer americano, y la mierda del último, han pasado 12.300 años, 85.000 civiles iraquíes muertos y más de dos millones y medio de desplazados y refugiados. Cifras contundentes que deberían estremecer tanto a los paleontólogos como al resto de la humanidad. Han hecho falta cinco años para que Bush llore como una vieja lo que no ha sido capaz de gestionar como un hombre. Tiempo insuficiente para Aznar, que aún está por soltar su lamento, por plañir su condición de cómplice.

¿Más excrementos? 'Balas de plata', el nuevo programa de entrevistas de TVE. La semana pasada no quise comentar a fondo su debut, pura autopromoción de la cadena pública (Imanol Arias, de 'Cuéntame', y Pepa Bueno), y ofrecerle un margen de confianza. Pero el hecho de que Chikilicuatre (otra promo, esta vez tanto de TVE como de La Sexta) sea el invitado estrella del segundo, me impide seguir callado.

Ni la presentadora (Lorena Berdún) ni los invitados están a la altura de lo que debería ser un programa nocturno (medianoche) de entrevistas en la televisión pública. Hasta los cortes para publicidad daban vergüenza: entraban a capón, interrumpían la charla (grabada) de manera espantosa. Charla que, por otro lado, fue lamentable. Les reproduciré, a modo de ejemplo y para que comprueben la calidad de la misma, una secuencia:

Berdún: Imagínate por un momento que ganas y… de verdad, hay que pensarlo… ¡tienes que entregar el año que viene el premio al ganador!
Chikilicuatre: Je, je, je.

¿Patético verdad? Pues no les digo nada de la encuesta entre los presentadores de la propia TVE sobre la posición en que quedará nuestro representante en Eurovisión. O el vídeo sobre mujeres roqueras ('No hay muchas', dijo la presentadora) para introducir a Luz Casal, segunda invitada. Una entrevista espantosa, realizada por alguien que ha preparado de forma superficial la entrevista, que sigue un guión sin improvisar, que hace preguntas banales, que mezcla temas de forma incoherente, que no aporta absolutamente nada al personaje. Muy triste.

Una recomendación final: 'Viva la república', el documental que La Sexta estrena el próximo domingo. Una ficción histórica en el que se cuenta qué hubiera sucedido en España en caso de una victoria republicana en la Guerra Civil. ¿Un sueño? Sin duda. Pero también una forma original y arriesgada de entender el documental y la historia.

Un motivo para no ver la televisión

La tercera virgen
Autora: Fred Vargas.
Editorial: Siruela.

Pocos autores de novela negra son capaces, como lo es Vargas en 'La tercera virgen', de mantener al lector atrapado durante las primeras 70 páginas sin necesidad de sumergirse en el meollo de la historia. Una introducción larga, pero fascinante, con detalles sobre la vida, el trabajo y las amistades del comisario Adamsberg, nuevo héroe del género negro. El preámbulo perfecto para una narración original, que no respeta los códigos del género, y que por eso mismo lo engrandece hasta términos insospechados.

Sin grandes aspavientos, pero con acertados perfiles y originales tramas, Vargas construye espectaculares novelas policíacas. Enormemente respetada en Francia, imprime a sus libros un carácter sobrenatural que parece querer resaltar los aspectos más siniestros de nuestra existencia. ¿Cómo John Connolly? Incluso más, incluso mejor. Los rompecabezas de Vargas admiten la ironía, eligen los caminos más sorprendentes y dan cobijo a protagonistas simplemente memorables. Un clásico de nuestro tiempo. [Lee aquí el primer capítulo].