Flickr vídeo nace con polémica

Tras meses de rumores Flickr ha puesto en marcha su servicio de video. En soitu lo hemos probado y hemos descubierto sus luces y sombras. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las redes audiovisuales, la opción de subir clips sólo está disponible para los usuarios de una cuenta de pago, aunque cualquiera puede visionarlos. Esto, que ha dejado atónito a más de uno, se explica porque esta filial de Yahoo! no está por la labor de competir con el omnipresente Youtube. La nueva función nace con el objetivo de subir a los álbumes 'fotos animadas'.

Tomas Hawk (Flickr)

Una vez más, los usuarios de Flickr se han movilizado contra las decisiones de sus administradores

En este sentido, otra sorpresa del servicio es que el metraje está limitado a una duración de 90 segundos y 150 megas por archivo. Por tanto, está pensado principalmente para filmaciones cortas y sin editar, o montadas en un móvil o en una cámara de fotos. De hecho, George Hadjigeorgiou, Director General de Comunidades de Yahoo Europa, explica en una nota oficial que "los medios digitales han variado el comportamiento de los amantes de la fotografía y vemos un número creciente de personas que graban pequeños vídeoclips, esencialmente fotos en movimiento, con sus cámaras de fotos y con sus móviles. Hay una estrecha relación entre esta nueva categoría de contenidos y la clase de momentos auténticos y personales que ya se comparten en Flickr".

Ahondando en el asunto, decir que a la pregunta ¿Por qué existe un límite de tiempo de 90 segundos? las FAQ de Flickr responden esto: "Los vídeos en Flickr surgieron a partir de la idea de 'fotos extensas' y, como tales, hemos implementado lo que podría parecer un límite arbitrario de reproducción de los primeros 90 segundos de un vídeo. ¿90 segundos? No intentamos limitar tu libertad artística, sólo estamos probando algo nuevo. Todos hemos tenido que soportar esos vídeos de bodas en los que hasta la novia adelanta la reproducción para llegar a la 'parte divertida'".

También hay que tener en cuenta que muchos de los que disponen de una cuenta Pro en Flickr pagan por ella para descargar en esta red el contenido de sus tarjetas de memoria, evitando así que sus fotos acaben perdidas al cambiar de ordenador o al formatear el disco duro. Por ello, la nueva función terminará con la frustración que a algunos usuarios les causaba no poder también subir sus clips.

Motín a bordo

En cualquier caso muchos ya se han rebelado. Se cuentan por miles los que, descontentos por la inclusión de vídeos en esta red, se reúnen en grupos de protesta. Lo cierto es que es difícil, por no decir imposible, saber la proporción de usuarios que se opone a que circulen clips, pero hay pruebas rotundas de que no son pocos. Si uno busca el término video en los grupos se encuentra con una avalancha de críticos. Estas protestas son la mejor demostración de que los responsables de Flickr se han metido en un lío poniendo en marcha el servicio de esta forma. Incluso los que siempre hemos sido unos entusiastas de experimentar con la imagen en movimiento en Flickr, tenemos que reconocer que el servicio está plagado de aspectos 'difíciles de entender'.

Los responsables del invento se defienden así de las críticas en las FAQ: "Hemos intentado incluir vídeos en Flickr con cuidado. Los vídeos aparecerán donde aparezcan las fotos (en resultados de búsqueda, fotosecuencias, Explorar, feeds RSS, etc.), pero no se reproducirán automáticamente. Las páginas que muestran un vídeo están configuradas de forma predefinida para la reproducción automática, pero hay una configuración disponible en tu cuenta por si prefieres comenzar a reproducir el vídeo tú mismo. Por lo tanto, la única diferencia es que también podrás hacer clic en reproducir en algunas de las imágenes que veas".

Más allá de las buenas palabras lo cierto es que el vídeo es tratado de forma un tanto peculiar esta red. Si uno hace la prueba de buscar clips cuyo metraje esté reservado a adultos, algo que en el caso de las fotografías es factible si se desconecta el filtro de contenido, descubre que Flickr aplica barreras a estos archivos mucho más estrictas que a las fotos. Esto, que será del agrado de algunos, no ilusiona a los que defienden que esta red social libre no esté presa de las arbitrariedades de los administradores. Tampoco es muy acertado que las búsquedas por defecto devuelvan fotografías y vídeos, algo bastante injusto para los que se dieron de alta en una red social de fotografía y, de repente, se encuentran con que esta tiende a convertirse en otra cosa.

Quizá para compensar el desaguisado, y esto es una buena noticia para todos, se ha ampliado la capacidad de carga por foto a 20 megas, en el caso de las cuentas pro, y a 10, en el caso de las cuentas gratuitas. En definitiva, la nueva función, que algunos acogen con la misma energía con la que otros la rechazan, parece haber sido lanzada de la peor manera que cabría hacerlo: con cierto temor.