MIB: los "matones" que custodian la antorcha

Men In Blue, MIB, es el término para describir a los asistentes de la llama olímpica. Lejos de los MIB originales (los Men In Black de Tomy Lee Jones y Will Smith), estos no borran los recuerdos, sino que se han quedado bien grabados en la memoria de manifestantes, público y atletas en torno a la antorcha olímpica. Sus técnicas de mano dura calan hondo en la memoria.

Yoan Valat (EFE)

Los MIB custodian la antorcha en París.

"Altos, guapos, corpulentos, en excepcionales condiciones físicas similares a las de los atletas profesionales". Son los requisitos que debían cumplir los elegidos para escoltar a la antorcha olímpica en su periplo por el mundo, según destapó la agencia estatal de noticias China News Service y que hoy recogen diversos medios internacionales.

El nombre oficial de estos agentes es la 'Unidad de Protección de la Llama en el Relevo de la Antorcha de los 29 Juegos Olímpicos', pero en China también les conocen como la Unidad de Protección de la Sagrada Llama Olímpica. Este cuerpo, que vio la luz el 9 de agosto de 2007, consiste en 30 hombres que escoltan a la antorcha en el extranjero, y 40 que la cuidarán durante los relevos dentro de China —aunque no está claro si son en total 70 hombres o repetirán los mismos agentes o si hay más hombres en la reserva—.

Aunque oficialmente se identifican como 'asistentes de la antorcha', estos hombres son agentes de élite de la policía paramilitar china. Soldados selectos de los escuadrones especializados de la Policía Popular Armada (PPA), según cuenta el diario Telegraph. De acuerdo a este periódico, cada uno de estos agentes ostenta el rango de teniente y obtuvieron altas calificaciones militares y políticas (en referencia al adoctrinamiento político del régimen chino).

Según una página web del gobierno chino, el líder de este grupo se llama Zhao Si (aunque diversos medios advierten que no sería raro que utilizaran un seudónimo, por motivos de seguridad), quien presume de que las cualidades físicas de sus hombres no tienen nada que envidiar a las de los atletas profesionales. Su entrenamiento incluyó carreras diarias de 40 o 50 km para asegurar su buena forma física, según reveló un periódico de Hong Kong respaldado por el gobierno Chino. Además, tal y como recoge el Herald Tribune en una crónica de Associated Press, han recibido entrenamientos especiales en artes marciales y lucha cuerpo a cuerpo, lecciones de protocolo e incluso de idiomas; han aprendido unas cuantas palabras básicas ("adelante", "acelera", "retrocede", etc.) en inglés, francés, alemán, español y japonés. Les han enseñado también algo de física básica para evitar que la llama se extinga.

Están equipados con auriculares y micrófonos y nunca se separan de la antorcha más de unos cuantos metros. De hecho, el Telegraph explica que siempre hay un mínimo de tres de estos agentes junto a la llama olímpica y en los vuelos de traslado uno permanece despierto toda la noche, vigilando que la llama no se apague.

(torchrelay)

La ceremonia de graduación.

El problema es que parece que su formación de combate pesa más que la de protocolo. Los conflictos en Londres revelaron unos modales un tanto bruscos que provocaron incluso quejas de los propios relevistas. Konnie Huq, una antigua presentadora de televisión que portó la antorcha en Londres, protestaba por empujones y un breve altercado de estos agentes con atletas que intervinieron para ayudarla cuando los MIB le arrancaron de un tirón una cinta con la que pretendía correr sobre la cabeza. En la cinta en cuestión lucía la bandera del Tíbet. El propio Sebastian Coe, presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Londres (2012), los tachó de "matones" tras los incidentes de este domingo.

Una vez descubierto su procedencia de la PPA, las quejas han adquirido tintes más políticos. Este cuerpo paramilitar está acusado disparar munición real contra los manifestantes tibetanos, a los que reprimieron con brutalidad, según denuncia la Campaña por la Libertad del Tíbet.

Ahora la oposición británica se cuestiona qué clase de jurisdicción tienen estos 'soldados' en Reino Unido y quién autorizó su entrada, planteándose también si quien dio el permiso sabía la unidad a la que pertenecían. Así, mientras el gobierno chino presume orgulloso de su cuerpo de élite, las autoridades australianas ya han anunciado que no les quieren presentes cuando la antorcha pase por Canberra.