La renuncia de Monago deja en segundo plano los primeros pasos para la reforma del Estatuto

Mérida.-  La renuncia de José Antonio Monago al escaño de senador del PP por la Comunidad Autónoma, un día más tarde de su ratificación por parte del Pleno de la Asamblea de Extremadura, ha causado más que sorpresa en una semana en la que los vaivenes populares han dejado en un segundo plano los primeros pasos para la reforma del Estatuto de Autonomía.

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(EFE)

José Antonio Monago renunció al escaño de senador del PP por la Comunidad Autónoma.

La marcha del presidente del PP de Extremadura, Carlos Floriano, al Congreso, tras ser elegido como diputado en las pasadas elecciones del 9 de marzo, está resultando así mucho más convulsa de lo que esperaban los propios populares, ya que si la propuesta de Monago para sustituirle como senador causó sorpresa, su renuncia ha dejado estupefactos a todos, dentro y fuera del partido.

La reacción ha sido tal, que el ex portavoz de los populares en el Parlamento extremeño Javier Casado ha vuelto esta semana a la arena política para pedir sin tapujos a las direcciones regional y nacional del partido la constitución cuanto antes de una gestora ante la falta de una autoridad "moral y real" de los dirigentes actuales para seguir a la cabeza de los populares extremeños.

Casado, que dice hablar en nombre de un grupo de "militantes no resignados" y que considera que con la renuncia de Monago la situación del partido ha "tocado fondo", plantea que, si no es posible la creación de una gestora, se debería garantizar, al menos, un congreso asambleario y abierto a todos los militantes.

Mientras tanto la Dirección regional del PP, que no ha podido disimular su desconcierto ante la decisión de José Antonio Monago, se ha limitado a mostrar su "respeto" ante los "motivos personales" que aduce para justificar su renuncia, además de pedir disculpas por la situación generada.

El secretario general del PP de Extremadura, César Díez Solís, fue el encargado de intentar salvar la cara mediante un comunicado oficial, en el que indica que en el caso de que Monago no reconsidere su postura, los populares, como es evidente, tendrán que realizar otra propuesta para cubrir el escaño en la Cámara Alta.

Ya Díez Solís fue quien ocupó el asiento reservado hasta ahora al presidente regional del partido, Carlos Floriano, en la sesión plenaria del pasado jueves tras anunciarse que presidirá oficialmente el Grupo Popular en la Asamblea de Extremadura.

No por ello, los populares abandonaron su discurso de que será Floriano quien dirigirá la política regional, al afirmar que presidirá las reuniones del Grupo Parlamentario y seguirá llevando todo lo relativo a los pactos de legislatura.

Muy gráfico a la hora de definir la situación que viven los populares extremeños fue el portavoz socialista en la Cámara extremeña, Ignacio Sánchez Amor, que comparó al PP de Extremadura con el "camarote de los Hermanos Marx" y pidió a la oposición que no siga trasladando problemas internos a las instituciones.

El propio presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, instó ayer a los populares a que resuelvan cuanto antes su situación para que la representación extremeña en el Senado esté completa.

Toda esta polémica ha dejado en segundo plano el inicio de la andadura parlamentaria de la reforma del Estatuto de Autonomía con la entrega a los grupos políticos el pasado viernes, el mismo día que se conoció la renuncia de Monago, de la propuesta elaborada por la Comisión de Expertos y la creación de la ponencia para el desarrollo de los trabajos, formada por cuatro diputados del PSOE y cuatro del PP.