Los peritos aseguran que el acusado de matar a su mujer actuó premeditadamente y asestó 30 puñaladas

Oviedo.-  Los médicos forenses y los psicólogos que estudiaron el caso de José Carlos Augusto Braga, acusado de matar a su esposa, Isaura Pascoal, el 14 de marzo de 2006 en las proximidades de la localidad de Bueño, en el municipio de Ribera de Arriba, han declarado hoy que el imputado actuó "premeditadamente".

Según han asegurado en la tercera sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Asturias, y según las pruebas realizadas, el acusado no tiene ningún trastorno mental ni psicológico que justifique el crimen de la mujer que presentaba 38 heridas por todo su cuerpo, de las cuales 30 eran de arma blanca.

Los peritos han explicado que las numerosas lesiones efectuadas con un cuchillo de cocina de 10 centímetros, cuya hoja fue hallada en el lugar de lo hechos junto a la cantera 'Cogollo', afectaban a órganos vitales como el pulmón y el hígado y habrían sido suficientes para que la mujer muriera en unos 15 minutos.

Aún así, el cadáver presentaba un traumatismo craneoencefálico severo ya que el presunto culpable arrastró el cuerpo aún con vida unos 12 metros y aplastó la cabeza de su esposa, de la que estaba en trámites de separación, con una piedra de 15 kilos de peso causándole inmediatamente la muerte.

Los médicos forenses han aseverado que la posición de la cazadora de Isaura, que sólo estaba vestida por una manga, muestra que intentó huir de su agresor pero que éste se lo impidió sujetándola por el brazo izquierdo lo que explica que la mayor parte de las heridas estuvieran en esa parte.

Por su parte, los psicólogos han señalado que el nivel intelectual de Braga es "medio-bajo" pero que no llega a tener ninguna deficiencia mental y que su actuación no fue un "acto irreflexivo".

En su opinión, el inculpado había planeado con anterioridad el crimen ante la imposibilidad de controlar a su esposa que había decidido divorciarse y cuyo juicio de separación se iba a celebrar seis días más tarde.

Los test realizados al acusado muestran que es egocéntrico, sin motivaciones, con un bajo nivel cultural que pretende que "el medio se adapte a sus normas" pero que conocía lo que había hecho y cuáles eran las posibles consecuencias.

Para el psicólogo adscrito al Instituto de Medicina Legal que entrevistó a Braga, la decisión de agredir a su esposa fue para demostrar "quién manda aquí".

"La posibilidad de engaño siempre le produjo desazón llegando a dejar su empleo durante cinco meses para controlar a Isaura pero el sentido de pérdida de control ante la decisión de separación le llevó a esto", ha añadido.

Por otra parte, la hermana de la víctima ha manifestado que la joven no tenía otra relación y que por las mañanas iba a ver a su hijo que estaba ingresado en el hospital donde murió unos meses más tarde.

En las conclusiones finales las partes de la acusación -fiscal, abogado del Estado y acusación particular- han considerado probado que Braga actuó con alevosía, al llevar a la víctima a un lugar apartado sin posibilidad de defensa, y con ensañamiento, al causar un "daño innecesario" y "recrearse" en el dolor de la víctima.

Por ello el fiscal, Gabriel Bernal, y el abogado del Estado que representa a la Delegación en Asturias de Violencia de Género piden para el imputado 23 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con la agravante de parentesco y la atenuante de confesión y una indemnización de 130.000 euros para la hija de la víctima.

La acusación particular pide 25 años de prisión con inhabilitación absoluta por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y una indemnización de 100.000 euros para los hermanos de la víctima por la responsabilidad civil y por los daños morales.

La defensa rebaja la petición a 10 años al considerarle autor de un delito de homicidio con la atenuante de enajenación mental transitoria y el abogado, José Carlos Botas, ha subrayado que "la baja inteligencia de Braga condicionó su comportamiento".

Ha comentado que la piedra mató a la mujer y no aumentó su dolor pues estaba en situación de semi-inconsciencia.