Luis Arranz: "Nuestros guardas no están bien armados"

MADRID.-  Luis Arranz se marchó rumbo a África nada más acabar la carrera de Biología subido a un 'dos caballos' y ya lleva 28 años fuera. Este español vive ahora en el Congo junto a 200 hipopótamos y dirige un parque nacional tan grande como Asturias. Su vida es la lucha contra la caza ilegal, al lado de guardas con kalashnikov y lanzagranadas. Ha sido galardonado con el Premio Nacional de la Sociedad Geográfica (SGE).

C. ÁLVAREZ

Como relata este biólogo y aventurero, de 51 años, desde que le dejó tirado el 'dos caballos' en el desierto ha trabajado en conservación por toda África y Latinoamérica. "La idea era estar uno o dos años de viaje, pero te vas enganchando, te vas enganchando...". En 1992, le llamaron para que se ocupara del parque nacional de Monte Alén, un área de selvas vírgenes y montañosas de Guinea Ecuatorial, y luego en 2001 se puso al frente del parque de Zakouma, en el límite del desierto en Chad. Ahora, desde enero dirige el parque de Garamba, un grupo de reservas de bosques y sabánas de 12.500 km², con todas las grandes especies del continente: elefantes, búfalos, rinocerontes, leopardos, leones.

-¿Cómo es la vida en Garamba?

-"En Zakouma estaba a 800 kilómetros de la capital y en Garamba no se puede contar en kilómetros, pero en coche estamos a una semana de la ciudad más próxima. Yo vivo en una casa, al lado de un río, donde hay 200 hipopótamos. Por las noches, oyes los leones y las hienas. Y en época de mangos se acercan los elefantes. Aún así, quitando los hipopótamos por la noche, no hay peligro".

Allí el trabajo de director de parque nacional resulta poco convencional. Como explica este canario de nacimiento, en Garamba tiene que ocuparse un poco de todo. De dirigir a las 350 personas a su cargo, "para los cuales tú eres su padre y su madre", de hablar con las autoridades, de organizar programas de sensibilización, de montar proyectos de ayuda (como hospitales o escuelas) e incluso de 'comandar' su propio cuerpo de guardas, que con 150 hombres armados constituye la mayor fuerza de la región. "La cosa es muy seria, allí los guardas no sólo llevan kalashnikov, sino que han tenido que armarse con lanzagranadas, bazuka, ametralladoras..."

-¿Y no se cuestiona el que sea un occidental, blanco, el que dirija el parque?

-"En África los parques los crearon los blancos y la gente los veía como una zona privada: 'Los crean los blancos, los protegen los blancos y los visitan los blancos. Y a los demás no nos dejan entrar.' Nosotros estamos intentando cambiar eso. Compramos un camión y lo llenamos cada día en un poblado distinto, para que la gente lo vea y se dé cuenta que es suyo. Que se den cuenta que pueden sacar bastante más dinero al parque lleno que vacío".

La primera vez que se dio de bruces con la realidad de la caza furtiva fue en Chad, pues se encontró con grupos armados de 10 ó 12 personas, dispuestos a todo. "Uno de los guardas se acercó a decirles algo y le mataron de un tiro", recuerda el biólogo. "Yo nunca me he encontrado en un tiroteo, pero sí que he tenido que recoger el cuerpo de algún guarda muerto. Y es muy duro. No entiendes por qué. La persona que mata el elefante no lo hace para poner el colmillo en la chimenea de su casa, porque ni le gusta, ni tiene ni chimenea, ni casa..."

Francien Keyzer

-¿Cuál ha sido el momento más duro?

-"En Zakouma, el año pasado, los rebeldes de Chad entraron en el país, no había ley y los furtivos aprovecharon. En tres meses, murieron seis guardias. Uno de los problemas que tenemos es que nuestros guardas no están bien armados. La Unión Europea financia el parque nacional, paga el sueldo de los guardas, los coches, la radio, pero nos dice que no puede pagar armas. Es un poco hipócrita, pues en Europa todos los países fabrican armas y las venden. Y al final resulta que los furtivos están mejor armados que los guardas. La realidad es que luego tienen que ir a enfrentarse con ellos y que con mejores armas tendrían menos posibilidades de morir."

Lo que más le gusta a Arranz es despegar por las mañanas a los mandos de su ultraligero para observar el parque desde el aire. Han contado 4.000 elefantes ("aquí son una mezcla entre los de sabana y los de bosque"), 5.000 búfalos, 3.800 hipopótamos, además de jirafas, antílopes... "De los animales más pequeños, como los leones, todavía no sabemos cuántos ahí", especifica. Y luego están los rinocerontes. En Garamba viven los últimos rinocerantes blancos del norte en todo el mundo. "Creemos que sólo quedan cuatro, de 1.200 que había en los años sesenta", comenta. "La semana que viene vendrán dos rastreadores de Zimbabue especializados en rinocerontes y vamos a intentar localizarlos. También esperamos a un equipo de veterinarios de Kenia y queremos ponerles un radiotransmisor en el cuerno para controlarlos mejor".

-Hay quién dice que en los países occidentales preocupa más la conservación de los animales que la de los seres humanos.

-"En absoluto. Si a mi me dices vamos a dejar de proteger los elefantes y a cambio los niños van a dejar de morir de hambre y de sida, pues perfecto. Pero es que no es así. Desaparecerían los elefantes y los niños seguirían muriendo de hambre y sida. El problema no es proteger elefantes. De hecho, los furtivos que entran en Zakouma, matan las jirafas con lanza sólo para cortarles los pelos de la cola para hacer una pulsera de la fertilidad y dejan allí los cuerpos. No tienen hambre. E igual con los elefantes, matan a 20 ó 30 animales, les cortan los colmillos, y salen corriendo."

-¿Se puede conservar y luchar a la vez contra la pobreza?

-"Hay que ser realista. Yo no voy a cambiar la situación socioeconómica del Congo, con lo que ha pasado en estos últimos 20 años. Mi labor es intentar conservar el parque hasta que la situación del país cambie e intentar que la gente de allí se de cuenta que todo eso resulta más beneficioso para ellos con animales que sin animales; para que poco a poco vaya llegando el turismo. Parece que cuando haces un proyecto tienes que decir que vas a mejorar la situación de la mujer o luchar contra la pobreza: Como voy a luchar yo contra la pobreza con un millón de euros al año de presupuesto, si tengo que pagar a 400 persona, máquinas, gasóleo."

-¿Qué se debe hacer entonces en África?

-"El problema de África es la corrupción. Hay muchos países que no son pobres. Es ridículo que se tenga que ayudar a un país como Guinea Ecuatorial, que produce 800.000 barriles de petróleo al día y tiene sólo 500.000 habitantes. Hay muchísima corrupción. Si en Congo hay coltan y hay guerra por el coltan, pues que sólo se compre al Gobierno y no a otro grupos. Es la riqueza de África lo que le está dando más problemas. En Chad los problemas empezaron con el petróleo. Eso sí, nada tienen que ver con la conservación. No podemos estar protegiendo un parque y además cambiando África, porque no lo vamos a conseguir."

Arranz recoge este martes en Madrid el Premio Nacional de la Sociedad Geográfica Española (SGE), por " su tenaz lucha contra la caza ilegal y por proteger la flora y la fauna de zonas amenazadas por la pobreza y el caso de los furtivos". Los otros galardonados en esta edición son: el alpinista Walter Bonatti, el grupo BBVA, el investigador Carlos Duarte, el proyecto audiovisual "Mbni, cazadores de imágenes en la Guinea Ecuatorial", la expedición "África 2007, los últimos indígenas", la editorial Miraguano y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).