El aniversario de Jaume I se convierte en un acto de reivindicación del entendimiento entre pueblos

Poblet (Tarragona).-  Los presidentes de los gobiernos de Aragón, Baleares y Cataluña han aprovechado hoy la conmemoración en el Monasterio de Poblet del 800 aniversario del nacimiento del rey Jaume I para reivindicar la tolerancia, la solidaridad y el entendimiento entre los pueblos.

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(EFE)

El presidente del Gobierno de las Islas Baleares, Francesc Antich, el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y la consellera de Cultura y Esports de la Generalitat Valenciana, Trinidad Miró, durante la ofrenda floral ante la tumba del rey Jaime I en el monasterio de Poblet, en Tarragona, durante los actos de celebración del 800 aniversario del nacimiento del rey.

Los jefes de los ejecutivos de Aragón, Marcelino Iglesias; Baleares, Francesc Antich y Cataluña, José Montilla, han coincidido en sus discursos en defender el respeto a las diferencias y de las personalidades intrínsecas de cada territorio y de sus habitantes, y la necesidad de trabajar juntos en un proyecto común.

En esta línea, el abad del monasterio de Poblet, José Alegre, que ha actuado como anfitrión del acto -la tumba del rey se encuentra en este recinto- ha destacado el carácter "adaptable" de aquel monarca de la Corona de Aragón, nacido en Montpellier en 1208, quien supo asumir la "idiosincrasia" de cada territorio que fue conquistando.

Ante los representantes políticos, entre los que se encontraba también la consellera de Cultura de la Generalitat valenciana, Trinitat Miró, Alegre ha reivindicado además el respeto a la personalidad de cada autonomía.

Para el abad, Jaume I asumió de cada uno de sus territorios los elementos más destacados: de Aragón, la nobleza; de Valencia, la luz, el olor y la fiesta; de Baleares, su cosmopolitismo y de Cataluña su "sentimiento de patria, su buen criterio y pragmatismo".

Alegre ha invitado a todos los presentes a conservar la lengua y sus tradiciones "para no perder las raíces", y ha recalcado que el mantenimiento de la identidad de los pueblos no supondrá nunca un "peligro" para el resto del país.

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha aprovechado la figura de Jaume I como buen gestor y político para reclamar "la buena administración del agua" y el diálogo que permita resolver el conflicto del patrimonio artístico que enfrenta a los obispados de Lérida y Barbastro-Monzón.

En sus palabras, en las que ha alternado el catalán y castellano, Iglesias ha destacado que Jaume I supo "mantener la solidez del conjunto y el respeto a las partes" de la Corona de Aragón, además de haber buscado siempre "el pacto y su cumplimiento".

El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, ha hecho un llamamiento a todos los pueblos de España a trabajar desde una "perspectiva integrada con intereses comunes" y de ser capaces "de actuar en red" para lograr un "impacto colectivo más grande y en beneficio de todos".

Montilla ha asegurado que los territorios presentes hicieron juntos un tramo de su historia, y que por ello comparten unas raíces y un bagaje cultural e histórico donde el rey "fue y sigue siendo el garante".

Por su parte, el presidente del Gobierno de Baleares, Francesc Antich, ha asegurado que Jaume I puso en marcha un modelo político, germen de una "nueva sociedad abierta, acogedora y solidaria".

Antich ha reconocido que la conquista de las Baleares aunque "dolorosa", "extremadamente violenta" sirvió para crear en los territorios conquistados una estructura política con instituciones propias y articulado en una lengua común, el catalán.

La consellera de Cultura valenciana, Trinidad Miró, ha sido la designada por el gobierno valenciano para asistir a este acto, ya que el ejecutivo de Francesc Camps, ha delegado en ella todos los actos relacionados con el aniversario del nacimiento de Jaime I.

Los tres presidentes autonómicos y la consellera de Cultura han hecho una ofrenda floral ante la tumba de Jaume I, en la basílica del monasterio.

Aunque no han podido entrar en el templo, un pequeño grupo de jóvenes independentistas catalanes, que portaban banderas esteladas, se han logrado "colar" en el claustro del monasterio, aunque sin causar incidentes.