Pyongyang expulsa a funcionarios surcoreanos por el deterioro de relaciones con Seúl

Seúl.-  Seúl, 27 (mar).- La expulsión de funcionarios surcoreanos del complejo industrial de Kaesong, anunciada hoy por Pyongyang, es la última muestra del deterioro de relaciones entre las dos Coreas desde la llegada al poder del presidente surcoreano, Lee Myung-bak.

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(EFE)

El portavoz del ministerio de Unificación, el surcoreano Kim Ho-nyeon, ofrece una conferencia de prensa en Seúl, Corea del Sur, país que ha retirado a la mayoría de sus funcionarios residentes en la oficina de cooperación económica en el complejo industrial de Kaesong después de que Pyongyang exigiera su retirada.

La decisión se produce al día siguiente de que Seúl anunciase que votará contra Pyongyang en la ONU, cambiando la política mantenida durante una década.

Esta madrugada Corea del Sur se vio obligada a retirar a once de sus funcionarios que trabajaban en la oficina de cooperación económica en el parque industrial norcoreano de Kaesong, debido a la exigencia en ese sentido de Corea del Norte.

Pyongyang cuestionó el comentario del ministro surcoreano de Unificación, Kim Ha-joong, de que no habrá una ampliación del complejo industrial mientras no haya avances en el conflicto nuclear norcoreano, postura acorde con la política definida por Lee desde que asumió la presidencia, el 25 de febrero.

Seúl no tardó en reaccionar, y en un comunicado, el Ministerio de Unificación expresó hoy su "profundo pesar" por la decisión norcoreana y urgió a Pyongyang a normalizar la situación en Kaesong.

Desde su llegada a la presidencia, Lee condicionó la política hacia Pyongyang a la desnuclearización del régimen norcoreano y anunció que su política no será la misma que adoptaron los dos presidentes anteriores, Kim Dae-jung y Roh Moo-hyun, ambos progresistas.

Este cambio en la política hacia Pyongyang se hizo palpable cuando el Gobierno de Seúl pidió, a comienzos de mes en Ginebra, a Corea del Norte que mejore la situación de derechos humanos en su país.

La petición fue hecha durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, algo que Pyongyang ya consideró motivo del deterioro de las relaciones entre ambos países.

Pese a ello, Seúl tiene previsto votar esta semana a favor de una resolución de la ONU que denunciará las violaciones de derechos humanos en el país comunista.

Expertos surcoreanos coinciden en señalar que Corea del Norte ha decidido expresar su disgusto al Gobierno surcoreano por el endurecimiento de su política.

La expulsión de funcionarios se produjo además cuando aumenta la presión internacional para que Corea del Norte acelere el proceso de su desnuclearización, paralizado desde finales del año pasado.

Desde Washington el ministro de Exteriores surcoreano, Yu Myung-hwan, y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, advirtieron ayer que el tiempo y la paciencia se están acabando y que Pyongyang deberá cumplir con su compromiso de desmantelar su programa nuclear.

Según el acuerdo alcanzado el pasado año en el marco del diálogo nuclear a seis bandas, Pyongyang se comprometió a desmantelar sus principales centrales nucleares en Yongbyon y a declarar todo su programa nuclear a cambio de incentivos energéticos y políticos.

Sin embargo, el plazo fijado expiró el 31 de diciembre sin que Corea del Norte cumpliera su promesa, por lo que ahora se encuentran estancadas las negociaciones a seis bandas destinadas a poner fin al programa nuclear norcoreano de forma negociada.

En una conversación telefónica, el presidente estadounidense, George W. Bush, y su homólogo chino, Hu Jintao, reafirmaron ayer la necesidad de cooperación internacional para garantizar una declaración completa del programa nuclear norcoreano.

El principal negociador nuclear estadounidense, Christopher Hill, dijo esta semana en Washington que tanto Corea del Norte como EEUU quieren completar la desnuclearización antes de que concluya el mandato de Bush, en enero de 2009.