Agromartín, una torre de Babel en Lepe donde viven 370 inmigrantes

Lepe (Huelva).-  Una empresa de Lepe (Huelva), Agromartin, se ha convertido este año en una torre de Babel, ya que en sus instalaciones conviven 370 personas de hasta seis nacionalidades que trabajan como temporeros en las campañas agrícolas.

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(EFE)

Inmigrantes de varias nacionalidades asisten a un curso de formación en "Agromartín", empresa de Lepe (Huelva), en la que viven y trabajan 370 personas de hasta seis países distintos que trabajan como temporeros en las campañas agrícolas.

De los inmigrantes que actualmente trabajan en la empresa, 268 han sido contratados en origen, casi todas mujeres, 72 son extranjeros que tienen contacto con la empresa hace varios años y han repetido y el resto son 30 españoles de distintas zonas, según ha explicado el gerente, José Antonio Martín.

Martín ha explicado que próximamente llegarán 250 inmigrantes más, con lo que en plena producción fresera la plantilla llegará a los 620 trabajadores procedentes de España, Marruecos, Senegal, Ucrania, Rumanía y Bulgaria.

Para ello, se ha levantado una especie de mini-ciudad en una de las zonas de esparcimiento de la finca, situada en la carretera de Lepe a Villablanca, donde se han invertido más de 150.000 euros para instalar viviendas prefabricadas durante los aproximadamente seis meses de la recogida de la fresa y la naranja, a las que Agromartín dedica el 60 y 40 por ciento, respectivamente, de su suelo productivo.

La inversión de la zona de viviendas se completa con la construcción de una planta de potabilización de agua, zonas comunes y cabinas telefónicas, además de que en sus nóminas no se practican retenciones para los gastos de luz y agua que consumen, que corren también por cuenta de la empresa.

La iniciativa nace a partir del déficit de mano de obra nacional para recoger la fresa y de que los españoles trabajaban con un sistema de "peonadas" que hacía que si tenían las suficientes para cobrar el desempleo antes de finalizar la campaña, dejaban las plantaciones, además de que las fiestas locales suponían jornadas enteras sin recoger la fresa en abril o mayo, en pleno apogeo de la campaña.

"Es el mejor modelo para empresarios y trabajadores, porque las condiciones son buenas para todos, porque ellos tienen viaje pagado y alojamiento, y a nosotros se nos garantiza que la fruta no se queda sin recoger", explica José Antonio Martín en relación a la fórmula de la contratación en países de origen que ha hecho que su plantilla sea tan numerosa este año.

Aunque admite que es más caro que el anterior sistema, destaca que "siempre sale más caro que la fruta se quede sin recoger".

Entre las centenares de mujeres que trabajan en la empresa, la marroquí Elashid Cemera dice que está en Huelva "porque somos una familia pobre, estoy casada y tengo hijos. En mi tierra no encontraba trabajo y decidí venir".

"Comenzamos a las siete de la mañana, una hora en la que hace mucho frío, pero durante la mañana ya hace calor, así que no hay problema, porque el clima de aquí es muy tolerable", añade.