Aragón registra al año 250 casos de tuberculosis, de los cuales el 30% se dan en inmigrantes

Zaragoza.-  Aragón registra unos 250 enfermos de tuberculosis al año, con una tasa de incidencia de 20 casos por cada 100.000 habitantes, similar a la media española, de los que un 30 por ciento se dan entre la población inmigrante más por sus condiciones de vida que por su país de origen.

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(EFE)

La vacuna BCG representa uno de los métodos más eficaces de lucha contra la tuberculosis .

En el Día Mundial de la lucha contra la Tuberculosis, el Gobierno de Aragón ha querido poner de manifiesto que la enfermedad está controlada en los países desarrollados y que "se puede frenar" y, en este sentido, ha destacado la importancia del diagnóstico precoz, de la notificación de los casos, de la adopción rápida de medidas para contener su expansión y de cumplir de manera correcta el tratamiento.

La tuberculosis incide de manera especial en los países en desarrollo, afecta a entre 8 y 10 millones de personas en el mundo y causa 1,6 millones de muertes al año, explicó el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, quien señaló que el 80 por ciento de los casos se concentra en 22 países, sobre todo en países pobres como algunos asiáticos.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una tercera parte de la población mundial, unos 2.000 millones de personas, han estado o estarán en contacto con el bacilo a lo largo de su vida.

En Europa se registran 500.000 nuevos casos al año, con una incidencia mayor en los países del Este, y de ellos 8.000 se dan en España, donde la incidencia media es de 20 enfermos por cada 100.000 habitantes, similar a la de Aragón.

En la Comunidad aragonesa, además de ser mayor la incidencia en Zaragoza capital, el 30 por ciento de los casos se presentan entre los inmigrantes, "más ligados a sus condiciones de vida que al país de origen", dijo Falo, quien afirmó que "no nos están transmitiendo la tuberculosis, sino nosotros a ellos" ya que, señaló, en su situación es más difícil resolver la patología.

Así se refería el director general a la relación entre tuberculosis y situaciones de marginalidad y de precariedad, en las que las personas necesitadas tienen dificultades para completar el tratamiento complicado y de larga duración -entre 6 y 9 meses- y que al abandonarlo puede favorecer la aparición de cepas resistentes a los fármacos más habituales.

La tuberculosis es más frecuente entre los hombres, ya que por cada 2,2 varones sólo una mujer se ve afectada, y en la población que tiene bajas defensas inmunitarias, como los pacientes de Sida.

Aunque se ha avanzado en prevención y diagnóstico, Falo hizo hincapié en los grandes retos que tiene tanto España como Aragón para el control de esta patología como son mejorar el diagnóstico precoz, donde son importantes los médicos de Atención Primaria y Especializada; la prevención de la aparición de resistencias y la investigación en nuevas vacunas, ya que se emplean los mismos recursos farmacológicos que hace decenas de años.

Para el catedrático de Microbiología Carlos Martín, es la enfermedad de la pobreza, junto al Sida y la malaria, un "enemigo que crece muy lentamente" y que se va adaptando y haciendo resistente a los medicamentos, una multirresistencia que en algunos países afecta al 50 por ciento de las cepas.

Martín, investigador jefe del Grupo de Genética de Micobacterias de la Universidad de Zaragoza, señaló que en España la incidencia de cepas multirresistentes es muy baja y se refirió a los trabajos que desarrollan desde 1992 para estudiar el bacilo y buscar la "huella genética" de todas las cepas que aparecen en Aragón y en otros lugares de España.

Frente a la vacuna BCG, de principios del siglo XX y de la que se distribuyen más de cien millones al año, el grupo de la Universidad de Zaragoza investiga a medio plazo, con buenos resultados hasta ahora, una vacuna también viva y atenuada pero que proteja mejor que la actual.

Las investigaciones, en colaboración con el Instituto Pasteur de París, podría experimentarse en humanos dentro de tres años y, una vez superada la fase clínica para demostrar su efectividad, tardaría otros tantos años en poder comercializarse.

La Comunidad aragonesa no sólo es líder en España y en Europa en investigar sobre nuevas vacunas sino también, junto a Galicia y Cataluña, es "casi modélica" en el sistema de diagnóstico y microbiológico de la tuberculosis, siendo desde 2006 los hospitales Clínico y Miguel Servet de Zaragoza laboratorios de referencia para esta enfermedad, reconocidos por la OMS.

Asimismo, según dijo María José Revillo, jefa del servicio de Microbiología del Servet, Aragón lidera los estudios de cepas multirresistentes en España.