Preocupa el avance de las drogas entre los indios brasileños en la frontera con Colombia

Río de Janeiro.-  El avance de las drogas entre los indios brasileños que habitan en regiones próximas a la frontera con Colombia se ha convertido en un nuevo desafío para la Fundación Nacional del Indio (Funai), la entidad del Gobierno responsable por los asuntos indígenas.

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(EFE)

El descubrimiento de plantaciones de coca en la región de Tabatinga y los relatos de la existencia de indios dependientes de la droga o empleados por el narcotráfico como mulas alertan sobre la necesidad de que el Estado refuerce su presencia en la región.

La preocupación por el uso de indios como consumidores y transportadores de la cocaína colombiana que ingresa a Brasil fue expresada por el director asistente de la Funai, Aloysio Guapindaia, en entrevista publicada hoy por la estatal Agencia Brasil.

El funcionario admitió que la Funai no dispone de recursos para proteger a las comunidades indígenas de la región de Tabatinga, municipio en la frontera con Colombia, del ingreso de drogas a las reservas.

Admitió que se ha detectado un aumento del consumo de drogas, especialmente cocaína, por parte de los indios, así como del alcoholismo y de la prostitución, problemas que antes eran ajenos a las comunidades.

"La Funai no tiene estructura para enfrentar la dimensión de ese problema. Tiene bajo presupuesto, funcionarios insuficientes y formación técnica inadecuada para atender el problema", afirmó.

Guapindaia aseguró que el descubrimiento de plantaciones de coca en la región de Tabatinga y los relatos de la existencia de indios dependientes de la droga o empleados por el narcotráfico como mulas alertan sobre la necesidad de que el Estado refuerce su presencia en la región.

Esta semana la policía destruyó una plantación de coca y un laboratorio para procesar cocaína que fueron descubiertos en jurisdicción de Tabatinga gracias a imágenes tomadas por satélites.

Las autoridades admitieron que es la primera vez que se detecta en la Amazonía una variedad adaptada de la coca plantada en regiones montañosas y que son más productivas.

La Amazonía contaba hasta ahora de una variedad de hoja de coca poco productiva y de baja calidad para los narcotraficantes.

La Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (Coiab) ya había manifestado el martes su preocupación por el avance de la cocaína en las reservas próximas a Tabatinga.

"El Estado está ausente y no hay políticas de protección en un área de alto riesgo por la presencia de narcotraficantes y guerrilleros en la frontera", según el coordinador general de la Coiab, Jecinaldo Barbosa Cabral.

En esa región fronteriza fueron decomisados el año pasado 1,5 millones de toneladas de pasta base de cocaína.

El administrador de la Funai en Tabatinga, David Félix Cecilio, aseguró que parte de los indios ticuna ya es dependiente de cocaína y otra parte es contratada por narcotraficantes para transportar drogas en embarcaciones.

Cecilio es responsable por una región con 230 comunidades indígenas y cerca de 54.000 indios.

"Ya he pedido ayuda para recuperar a jóvenes indios de entre 10 y 16 años para quienes la cocaína y el alcohol se convirtió en vicio. Lo más grave es que ya comenzamos a registrar crímenes entre los indios y algunos casos de suicidios", afirmó.