Michelle Bachelet inicia el "segundo tiempo" de su mandato en un momento difícil

Santiago de Chile.-  Michelle Bachelet, la primera mujer presidenta de Chile, inicia este martes el "segundo tiempo" de su mandato en un momento difícil, aunque confiada en que podrá romper "el empate" con que a su juicio finalizó el "primer tiempo".

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(EFE)

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y su homólogo de Ecuador, Rafael Correa, saludan este lunes frente al palacio La Moneda, en Santiago de Chile.

Un primer tiempo complicado a causa de varios casos de corrupción, pero principalmente por el fallido debut del "Transantiago", el nuevo sistema de transporte público de la capital chilena.

Aunque tanto el Transantiago como los casos de corrupción fueron heredados del gobierno anterior, Bachelet ha tenido que pagar el costo político de los mismos.

Los fallos de diseño y funcionamiento del Transantiago supusieron un drástico descenso en la popularidad de la mandataria socialista en 2007, cuando llegó a caer por debajo del 40 por ciento, según algunas encuestas.

Pese a que el transporte urbano ha mejorado de forma paulatina, ello no se ha reflejado en la opinión pública y el Transantiago continúa como uno de los principales puntos negativos del Gobierno, que también ha sido acusado de falta de firmeza en la lucha contra la corrupción.

Esos problemas han sido encabezados por despilfarros descubiertos en los Ferrocarriles estatales, cuya cuantía aún no ha sido determinada por estar las investigaciones en curso.

A ello se sumó en los últimos meses un desorden administrativo en el pago de subvenciones escolares en el Ministerio de Educación, que ha derivado en una acusación constitucional de la oposición contra la ministra del ramo, Yasna Provoste.

Debido a cambios en la composición política del Congreso, donde la deserción de varios parlamentarios oficialistas ha engrosado las filas opositoras, se vislumbra que la acusación será aprobada y Provoste perderá el cargo.

El Gobierno ha defendido a Provoste argumentando que ha cumplido todo lo que la ley le ordena: investigar el asunto y presentar las denuncias respectivas, por lo que considera que la acusación no tiene bases jurídicas, sino que es una maniobra enmarcada en la política "del desalojo" que la oposición ha levantado desde el año pasado.

Junto con el aniversario del Gobierno deben renovarse las autoridades legislativas y todo parece indicar que el nuevo presidente del Senado -segunda autoridad política del país- será Adolfo Zaldívar, expulsado hace un par de meses del Partido Demócrata Cristiano.

La expulsión de Zaldívar provocó la renuncia al partido de varios diputados que le son afines, con la cual el oficialismo perdió también la mayoría en esa rama del Parlamento.

Aunque los dirigentes de la coalición gobernante llegaron a un acuerdo con la oposición para dividirse la presidencia de esa rama legislativa, en los últimos días ha surgido una grupo de parlamentarios socialistas y socialdemócratas que amenazan romperlo.

Según uno de los referentes de ese grupo, Marco Enríquez Ominami, no están dispuestos a que un derechista encabece la Cámara en 2009 (este año el presidente sería el socialista Juan Bustos).

Asimismo, rechazan que parlamentarios que estuvieron vinculados a la dictadura de Augusto Pinochet terminen dirigiendo, por ejemplo, la Comisión de Derechos Humanos, lo que consideran inaceptable.

Bachelet, sin embargo, tiene también varios logros reconocidos en la primera mitad de su gestión, las reformas al sistema de seguridad social y a la Ley General de Educación, al igual que una ley sobre seguridad ciudadana, entre otras iniciativas.

Asimismo, puede lucir un conjunto de leyes sociales a favor de los sectores más pobres, mejoras en el sector Salud y una economía que, a pesar de un contexto internacional adverso, ha continuado creciendo en torno al cinco por ciento.

"Han sido años difíciles, pero no me quejo", afirmó la mandataria este domingo, en una entrevista publicada por el diario El Mercurio, en la que, no obstante, lamentó la política de confrontación que la oposición ha llevado en su contra.

También admitió que los problemas energéticos, enmarcados en los precios internacionales del petróleo -Chile importa más del 90 por ciento de los combustibles que consume-, y la escasez de gas argentino, agravados por una sequía que afecta a gran parte del país, hacen prever un 2008 "difícil".

Para la presidenta de Chile fue importante haber llegado a acuerdos con la oposición para sus principales proyectos, aunque admitió que haber perdido la mayoría en el Parlamento "complica la tarea".

No obstante, ha subrayado que el segundo tiempo de su mandato será mejor y terminará "ganando el partido".