El líder opositor anuncia una campaña de desobediencia

Ereván.-  La oposición armenia, reprimida esta mañana en un feroz carga policial, inicia una campaña pacífica de desobediencia, anunció hoy el líder de la oposición armenia y ex presidente Levón Ter-Petrosián.

"Estoy profundamente convencido de que incluso si Serge Sarkisián sigue al frente del Estado pueda ser considerado presidente legítimo. El pueblo no se resignará con lo ocurrido. Descarto que Sarkisián pueda gobernar", afirmó Ter-Petrosían en conferencia de prensa, ofrecida en su residencia acordonada por la policía.

Esta mañana las fuerzas del orden disolvieron violentamente la manifestación en la plaza de la Opera, donde la oposición había montado una concentración permanente y desplegado varias decenas de tiendas de campaña desde el pasado 19 de febrero, cuando se dieron los primeros resultados oficiales de las elecciones presidenciales celebradas ese mimo día.

Según las cifras anunciadas por las autoridades, el primer ministro Serge Sarkisián fue elegido presidente de Armenia con el 52,82 por ciento de los votos, seguido por Ter-Petrosián, con el 21,5 por ciento, y el líder del partido Orinats Ekir (País de Ley), Artur Bagdasarián, con el 17,7 por ciento.

El resto de los sufragios se los repartieron los otros seis candidatos que participaron en los comicios.

El presidente de la Comisión Electoral, Gareguin Azarián, declaró que el estudio de las 24 quejas que recibieron las autoridades electorales no modificó los resultados de los comicios celebrados el pasado día 19.

Ter-Petrosián y Bagdasarián no reconocen los resultados ofrecidos por la CEC, pero si el primero reclama la anulación de las elecciones y la convocatoria de unas nuevas, el segundo se limita a demandar un nuevo recuento de votos en más de 200 de los casi 2.000 colegios electorales del país.

A las protestas de la oposición se sumaron algunos altos cargos que fueron destituidos de manera fulminante por Kocharián, entre ellos el fiscal general adjunto de la república, Gaguik Dzhanguirián.

También fueron destituidos el viceministro de Asuntos Exteriores, Armén Baiburdián, el embajador en Italia, España y Portugal, Rubén Shugarián, el embajador en Kazajistán y Kirguizistán, y el ministro consejero de las embajadas armenias en Ucrania y Moldavia, Razmik Jumarián.

Ter-Petrosián dijo no saber el número de heridos en la represión de esta mañana, aunque sus representantes informaron horas antes de que al menos una persona había muerto como consecuencia de la carga.

"Ordenaron la carga por cuanto estaban en un callejón sin salida", dijo, y añadió que de este modo "engañaron a la comunidad internacional e incumplieron su promesa de que no habrá violencia".

Según el líder opositor, al disolver la concentración, "las autoridades no solo han desafiado a su pueblo sino también a toda la comunidad internacional".

"Estos gobernantes son capaces de cualquier cosa, pues ya cuentan con todo un equipaje criminal: asesinatos políticos, corrupción y la responsabilidad por el atentado terrorista en el Parlamento" el 27 de octubre de 1999, cuando murieron ocho personas.

Por su parte, las autoridades afirmaron hoy que se vieron obligadas a intervenir ya que recibieron información de que "en la plaza se iban a repartir armas" y mostraron pistolas, granadas, porras y barras de metálicas que habían incautado, así como botellas con cóctel Molotov.

Durante la dispersión de los manifestantes, "la policía fue atacada con piedras, objetos contundentes y punzantes", afirmó el portavoz policial Sayat Shirinián, quien precisó que un par de decenas de personas han sido detenidas y desmintió que haya víctimas mortales.

Ter-Petrosián dijo que las protestas continuarán hoy y los días consecutivos, y tampoco descartó que las autoridades vuelvan a recurrir a la violencia.

"Que vuelvan a la carga", indicó, y añadió que las represiones sólo aumentarán las protestas populares.

El líder opositor precisó que sus partidarios utilizarán "todos los medios de protesta pacífica".

La oposición ya ha solicitado a la alcaldía los permisos para las protestas masivas.