Una misa recuerda el sexto aniversario del secuestro de Ingrid Betancourt

Bogotá.-  Una misa recordó hoy en Bogotá el sexto aniversario del secuestro de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, también nacional francesa, en una ceremonia en la que la familia de la líder política expresó que ahora hay "mayor esperanza" de que las FARC la liberen pronto.

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La liturgia por Betancourt, de 46 años, en la capilla del Gimnasio Moderno, del sector norte de la capital colombiana y a la que asistieron unas 350 personas, fue celebrada por el nuncio del Vaticano en Colombia, Aldo Cavalli.

Un letrero con letras blancas y fondo negro en el que se veía un ojo, también negro dentro de un marco verde, y luego la leyenda "Ingrid Libre", recibió a la entrada de la pequeña capilla a los asistentes.

La madre de la política, Yolanda Pulecio, "escoltada" por un grupo de niños del orfelinato que regenta, al hablar ante los asistentes dijo que era "la misa de la esperanza", y confió en que sea "la última" en la que se pide por su libertad, por cuanto cree que pronto regresará a casa.

Astrid Betancourt, hermana de la rehén mas famosa y "valiosa" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), explicó por su parte que su madre aludió a la "misa de la esperanza" porque "así lo señalan" las gestiones del presidente venezolano, Hugo Chávez, y de la congresista opositora colombiana Piedad Córdoba.

Según Astrid, "quisimos enmarcar esta misa dentro del símbolo de la esperanza", y señalo que "es verdad que este año 2008 todo ha empezado cambiar".

Se refirió a la tarea de Chávez y de la senadora Córdoba, canceladas por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, el 21 de noviembre pasado, y cómo se han iniciado las liberaciones de algunos rehenes "y las que están por seguir".

Subrayó que esas liberaciones unilaterales de la guerrilla "marcan un hito muy importante", por que "es un cambio total de actitud de la guerrilla, y si la guerrilla está cambiando, es porque se ha dado cuenta que si ellos están cambiando, la comunidad internacional va a verlos de una forma diferente".

Los colombianos quieren la reconciliación "por encima de todas las polarizaciones", puntualizó la hermana de Ingrid Betancourt.

En su homilía, el nuncio se refirió a la "tolerancia" frente a las distintas posturas humanas y habló del "respeto y la comprensión frente al dolor de una mamá" y de los familiares de personas secuestradas.

A un lado del altar, estaba la silueta del dramático último retrato de Betancourt, divulgado en diciembre pasado cuando la inteligencia militar colombiana detuvo a tres presuntos rebeldes con pruebas de supervivencia, y en el que la política aparece con la mirada abajo, con muchos kilos menos, el cabello largo y muy demacrada.

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, los embajadores de Francia en Bogotá, Jean Michel Marlaud, y de Argentina, Martín Balza, la senadora y ex mediadora en la búsqueda de un canje con las FARC, Piedad Córdoba, asistieron a la eucaristía.

Asimismo, decenas de delegados de organizaciones de familiares de secuestrados por las FARC y grupos humanitarios, el ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón y el líder del opositor partido Polo Democrático Alternativo (PDA), Carlos Gaviria, asistieron también a la misa.

El policía Jhon John Frank Pinchao, que escapó en abril pasado tras nueve años de secuestro y que acompañó algún tiempo en cautiverio a Betancourt, así como el esposo de Astrid Betancourt, el diplomático francés Daniel Parfait, también ocupaban una banca en la celebración religiosa.

El publicista Juan Carlos Lecompte, esposo de la política, como en otras ocasiones, llevó a la misa el mismo retrato de la política en campaña y se confundía en la celebración con miembros del Comité local de Apoyo a Ingrid Betancourt.

Un poco antes, y en declaraciones a radio Caracol, Lecompte admitió que tras seis años de secuestro y de espera angustiosa, "uno se desespera", pero subrayó que las FARC "no han podido doblegar" a su esposa.

"En su interior está intacta, no la han podido doblegar y mantiene sus condiciones mentales perfectas", señaló Lecompte.

Betancourt cayó cautiva junto a su compañera para la Vicepresidencia, Clara Rojas, liberada el pasado 10 de enero, en un retén de las FARC en una carretera del selvático y sureño departamento de Caquetá, el 23 de febrero de 2002.