Por raro que seas, caerás en la red (II)

Cada vez son más las comunidades 2.0 que unen a gente en torno a los temas más increíbles. Y aquí hacemos un repaso de algunas de las más singulares. Cuidado, porque nadie puede predecir lo que pasa en ellas: prueba de ello es el caso de Jessi y James, dos usuarios de Flickr que se conocieron en esta red de fotógrafos y que han terminado en el altar. Y como no podía ser menos, abrieron un blog para que les ayudaran con la lista de bodas.

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O eres muy rico, o este pantallazo será todo lo que podrás ver de A small world, una comunidad para millonarios

Para millonarios. Internet tiende a democratizar las relaciones humanas, pero los hay que se obstinan en que incluso la red sea un espacio clasista. Naomi Campbell, Ivanka Trump o Tiger Woods son algunos de los miembros de A Small World. En esta comunidad, en la que sólo el 10 por ciento de los usuarios tiene privilegios suficientes para invitar a alguien a entrar en ella, se proporciona información sobre el ocio y los servicios más inaccesibles, pero también dispone de apartados para hacer negocios. De momento es gratuita, se mantiene con la publicidad de las firmas más elitistas, pero pronto existirá una versión de pago para blindarla aún más.

Étnicas. En 1990, el grupo de raperos Public Enemy editaba su disco Fear of a black planet. Hoy, 18 años después, el mundo parece haberle perdido el miedo a un planeta negro, como prueba el hombre del año: Barack Obama. Precisamente, el candidato del Partido Demócrata, además de disponer de perfiles en Myspace o Facebook, está presente en una comunidad que parece hecha a su medida: Black Planet, la principal red social para afroamericanos. Sin embargo, como un buen presidente tiene que tener en cuenta a todo el mundo, sus asesores no se han olvidado de construirle también un perfil en Asian Ave, la red de los estadounidenses de origen asiático.

Para entusiastas del manga y el anime. Gaia es un pequeño paraíso para otakus obstinados en transformarse en un dibujo animado. Esta red social huele a rol por todas partes, de hecho su nombre se debe a que está estructurada como un mundo virtual. Aquí la carne y los huesos brillan por su ausencia, todos sus miembros se ocultan detrás de un avatar. Eso sí, Gaia es un mundo de lo más capitalista en el que abundan las tiendas. Uno de los principales atractivos para registrarse es el apartado de juegos en formato flash, bastante logrados.

Para los que van a misa. Los cristianos también tienen sus propias comunidades virtuales. Entre las más populares están My Church y Godkut, las dos con bastante aire anglosajón. En la segunda no conviene perderse el apartado de vídeos, aunque sólo es recomendable para los muy creyentes.

Para los que te cuentan la vida. Todas las redes sociales sirven en gran medida para narrar vivencias, pero en Dandelife se lo han tomado al pie de la letra. En esta comunidad, desde la que tenemos acceso a nuestras cuentas de Flickr y Youtube, podemos reconstruir historias en colaboración con otros usuarios. En Experience Project, por su parte, la gente se dedica, entre otros asuntos, a confesar amores, crímenes y todo lo imaginable. Un buen sitio para guionistas.

La lista, como es evidente, no acaba aquí. Seguro que conoces otras comunidades insólitas. Ni lo dudes, compártelas.